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— El día de ayer el presidente Alvarado presentó a la Asamblea Legislativa el informe de labores de su primer año de gestión, y realmente dejó mucho que desear tanto por el contenido como por la forma, ya que el mandatario volvió a demostrar que no es un gran orador.

— Como era de esperarse, nadie en la Asamblea Legislativa —expecto los diputados oficialistas— quedaron satisfechos con el informe presentado. En Cuesta de Moras se quejaron por la ausencia de medidas específicas que el Gobierno este implementando para atender las principales preocupaciones y necesidades del país.

— Para resumirles las quejas, retomamos las manifestaciones del diputado José María Villalta:

Realmente estoy sorprendido por el nivel del discurso, me parece que es un discurso demasiado generalista. El presidente habla de hacer autocrítica, pero no vemos autocrítica por ninguna parte, no hay un solo párrafo de autocrítica concreta. Demasiado general, no aporta datos concretos sobre el cumplimiento o no de las metas, más bien abunda en nuevas promesas, como si fuera un nuevo plan de gobierno.

— Y hay que decir, que las críticas de Villalta son plenamente de recibo. El mensaje que dio el presidente abundó en promesas para los principales problemas (educación, seguridad, desarrollo regional, etc.) pero, fue escaso en mencionar los logros alcanzados o el avance concreto de lo que se ha hecho hasta el momento en esos temas.

— Por el fondo podemos decirles que el discurso de Alvarado estuvo tan carente de contenido que, a pesar de durar dos horas, las iniciativas de Doble Check y La Nación de verificar los datos y afirmaciones que hiciera el mandatario no tuvieron mucho material con que trabajar: LN verificó ocho afirmaciones —cinco ciertas y tres con asterisco— mientras que DC comprobó once datos — cinco correctos, cuatro correctos con asterisco, uno falso y una promesa inverificable—

— Por la forma, el principal problema de Alvarado fue que, al igual que sus predecesores, olvidó el contexto de su discurso. El mensaje del 2 de mayo es un informe de labores y próximas acciones que debe dar el mandatario a los congresistas, y por lo tanto debería estar dirigido justamente a los diputados, y no ser el fallido intento de “mensaje a la ciudadanía” que vimos ayer.

— Para rendir cuentas y dar mensajes al país el Gobierno debe aprender a aprovechar otros espacios y otros formatos —las imágenes que se compartieron en redes sociales cumplirían ese objetivo, si no se hubieran compartido en avalancha a lo largo del discurso— pero el mensaje del 2 de mayo debe enfocarse en atender las preocupaciones de quienes integran la Asamblea.

— El problema es el mismo de siempre: no entender una premisa básica de la comunicación: “Conozca a su público”. Hasta que en Casa Presidencial no tengan claridad de que el mensaje debe estar dirigido —como establece la Constitución— a la Asamblea Legislativa, el discurso seguirá siendo un ejercicio vacío, que se presta únicamente para que en Cuesta de Moras aprovechen los próximos dos días de sesión para quejarse de todas las cosas que no mencionó el presidente.

Bonus Track: La ministra de la Condición de la Mujer, Patricia Mora Castellanos, se ausentó de la fotografía de ministros y ministras que circuló el día de ayer en redes sociales del Gobierno y no asistió a la presentación del informe de labores en protesta a la alianza PLN-PAC-PRN del primero de mayo.

Esta nota es parte del Reporte: Informe presidencial: Mucho "vamos a hacer" y poco "hemos logrado"