Un total de US$129 millones ingresarán a las arcas del Fondo de Adaptación para financiar proyectos climáticos en países vulnerables. El dinero será dispuesto por 9 contribuyentes y supera lo recaudado el año anterior cuando se llegó a US$95,9 millones.
Alemania, Francia, Italia, Suecia, la Región Valona de Bélgica, la ciudad de Bruselas, la Comisión Europea, Nueva Zelanda e Irlanda dieron a conocer sus intenciones de donación durante el Diálogo de los Colaboradores, que tuvo lugar en la ciudad de Katowice, en Polonia, en el marco de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP24).
Es la primera vez que la Comisión Europea y Nueva Zelanda contribuirán al fondo con 10 millones de euros y 3 millones de dólares neozelandeses, respectivamente.
Alemania aportará 70 millones de euros, Francia 15 millones de euros e Italia 7 millones de euros. Por su parte, Suecia contribuirá con 50 millones de coronas suecas, mientras que la Región Valona de Bélgica lo hará con 4 millones de euros. La ciudad de Bruselas comprometió 465.000 euros e Irlanda unos 300.000 euros.
Aunque el monto anunciado superó al recaudado el año pasado, aún sigue siendo poco en comparación con la demanda existente. Según Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se recibieron solicitudes de proyectos por 264 millones de dólares solo en la última reunión de la junta directiva del Fondo de Adaptación.
¿Qué se ha financiado en América Latina y el Caribe?
Si bien el Fondo de Adaptación se instauró en el 2001 (pero no entró en operación sino hasta en el 2007) como un mecanismo de financiamiento del Protocolo de Kioto, este evolucionó para ayudar a los países en el cumplimiento de las metas del Acuerdo de París.
Desde 2010, este fondo ha comprometido US$532 millones para el financiamiento de 80 proyectos de adaptación, cuyos beneficios alcanzan a 5,8 millones de personas de forma directa. En el mundo se han financiado proyectos en seguridad alimentaria, gestión hídrica, agricultura, desarrollo rural, reducción del riesgo de desastres, manejo de zonas costeras, bosques, desarrollo urbano y otros de índole multisectorial.
Según el Informe anual de resultados 2018 del Fondo de Adaptación, América Latina y el Caribe han recibido 149,7 millones. Este dinero ha ayudado a financiar 20 proyectos ubicados en 16 países. En el caso de la región, el 23% del dinero se ha destinado a proyectos multisectoriales, el 19% a seguridad alimentaria y el 17% a agricultura. También se han financiado proyectos en gestión hídrica (14%), manejo de zonas costeras (13%), desarrollo rural (8%) y reducción del riesgo de desastres (6%).
Por ejemplo, en Honduras se destinaron US$5,6 millones a un proyecto cuyo objetivo era incrementar la resilencia y reducir la vulnerabilidad en el recurso hídrico de zonas urbanas pobres. Por su parte, Nicaragua recibió US$5,5 millones para reducir el riesgo y la vulnerabilidad ante inundaciones y sequías en la cuenca del río Estero Real.
Ambos países centroamericanos están entre los 10 más vulnerables a nivel histórico, según el Índice de Riesgo Climático Global de Germanwatch.
En Ecuador, por ejemplo, se está implementando un proyecto que busca aumentar la resilencia de las comunidades de la provincia Pichincha y la cuenca del río Jubones a los efectos adversos del cambio climático en la seguridad alimentaria. Este proyecto es por un monto de US$7,4 millones.
Uruguay (US$9,9 millones) y Argentina (US$9,8 millones para dos iniciativas) tienen proyectos que están en implementación relacionados con agricultura. Colombia cuenta con uno en reducción del riesgo de desastres (US$8,5 millones), mientras que Guatemala (US$5,4 millones) está ejecutando uno en producción resiliente, manejo de paisaje y redes socioeconómicas.
Costa Rica tiene proyectos en ejecución concernientes a agricultura, recurso hídrico y manejo costero por un monto total de US$9,9 millones, mientras que Chile implementa uno en agricultura por US$9,9 millones.
Perú tiene dos proyectos aprobados que están por empezar. Uno por US$6,9 millones enfocado en adaptación a los impactos del cambio climático en el ecosistema marino costero y pesquerías. El segundo, por US$2,9 millones, se centra en estrategias para preservar el capital natural y los modos de vida de las comunidades rurales de altura.
Otros con proyectos aprobados que están por iniciar se ubican en Honduras, Panamá, Paraguay y Ecuador.
Según afirmó a LatinClima Saliha Dobardzic, especialista de cambio climático del Fondo de Adaptación, América Latina ha demostrado tener buenas capacidades para implementar proyectos.
“Es una región que está muy consciente de su vulnerabilidad ante el cambio climático y eso ayuda a que los países tomen acción”, dijo Dobardzic.
La especialista del Fondo de Adaptación también ha visto una evolución en los temas de los proyectos que se proponen. Si bien agricultura, seguridad alimentaria y agua siempre están presentes, en los últimos años, la adaptación enfocada en zonas urbanas y servicios ecosistémicos ha empezado a ganar espacio en la agenda de los países.
*LatinClima se encuentra en Polonia cubriendo la COP24 como fellow del 2018 Climate Change Media Partnership, gracias al apoyo de The Stanley Foundation y Earth Journalism Network