Ronny Bassey, representante del Estado en el juicio que entabló Jonathan Mauri contra el Estado por no haberle otorgado el Premio Claudia Poll, afirmó que no había posibilidades ni tiempo de ganar el caso en casación.

Bassey, que se pensionó a finales del año pasado, compareció este lunes ante la Comisión de Ingreso y Gasto de la Asamblea Legislativa, para defender su actuación, luego de que se le señalara como el responsable de que el Estado no pudiera apelar en casación la resolución del Tribunal Contencioso Administrativo (TCA).

Una investigación preliminar de la Procuraduría General de la República (PGR) determinó que Bassey incurrió en un error a la hora de enviar una solicitud de adición y aclaración de la sentencia, pues rotuló incorrectamente el tribunal al que estaba dirigido, por lo que el Estado no pudo "ganar tiempo" para la casación.

Sin embargo, el ahora exfuncionario afirma que había tomado la decisión junto con el Director de Derecho Público de la PGR, el no entablar la casación: "Determinamos que no había tiempo ni posibilidad de ganar en casación".

"No cabe apelación porque no existe, (el Contencioso) es una única instancia. Estudiamos todas las causales de casación y determinamos, con el Director de Derecho Público, no establecer recurso de casación", agregó.

Sobre la defensa durante el proceso, el exfuncionario dijo que se reunió con uno de los integrantes del jurado para obtener todos los detalles necesarios y que, aunque los planteó como testigos durante el proceso, la jueza del proceso los rechazó a todos.

A pesar de ello, los diputados criticaron a Bassey por no presentar el recurso de casación y le endosaron la responsabilidad de que la sentencia a favor de Jonathan Mauri adquiriera firmeza. En respuesta a ello, el exfuncionario dijo que la responsabilidad inicia por una Ley deficiente que no regulaba lo que tenía que regular, y en un Tribunal de Justicia que tuteló las pretensiones de un ciudadano.

"El premio no lo dio la Procuraduría, no fue el Estado, no fue el jurado", dijo.