La iniciativa beneficiará a más de 26.000 habitantes y marca un paso decisivo hacia la economía circular y la acción climática local.
La Municipalidad de Turrialba, con el acompañamiento técnico y financiero de la Fundación CRUSA y en alianza con ACEPESA; puso en marcha la primera etapa de la planta municipal de aprovechamiento de residuos orgánicos, un proyecto pionero que transformará estos desechos en compost de alta calidad para uso agrícola.
Según informaron las organizaciones, esta planta constituye un paso trascendental hacia una gestión circular de los residuos en el cantón y surge como respuesta al cierre técnico del vertedero municipal. Su operación evitará el traslado diario de aproximadamente 32 toneladas de residuos fuera del municipio, lo que representa un importante ahorro económico y ambiental para el gobierno local.
El alcalde de Turrialba, Carlos Hidalgo Flores, destacó:
Con esta planta damos un paso firme hacia un modelo de desarrollo más sostenible y resiliente, reduciendo emisiones, generando empleo y fortaleciendo la economía local”.
El sistema utiliza un método de compostaje con aireación forzada, que permitirá reducir más del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) derivadas de la disposición inadecuada de residuos orgánicos. Además, disminuirá olores, lixiviados y riesgos de contaminación del suelo y agua.
En su primera etapa, la planta producirá aproximadamente 474 sacos mensuales de compost (30 kg cada uno), generando ingresos cercanos de más de un millón de colones al mes que serán administrados por la Municipalidad de Turrialba, para fortalecer la operación del sistema de gestión de residuos y promover nuevas acciones de economía circular en el cantón.
El proyecto, uno de los ganadores del Reto Cantones Sostenibles e Inclusivos; tiene una inversión total 392.119 dólares, de los cuales CRUSA aportó el 20% y el resto proviene de la Municipalidad de Turrialba.
El director ejecutivo de CRUSA, Byron Salas, comentó:
En CRUSA creemos en la innovación territorial como motor para construir un futuro más sostenible, resiliente e inclusivo. Este proyecto demuestra que, cuando los actores locales se unen y colaboran entre sí, es posible transformar los residuos en oportunidades y avanzar con mayor fuerza hacia la acción climática”.




