
El 10% de los delitos ambientales que reporta el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) tienen que ver con el tráfico de especies silvestres.
Según las Naciones Unidas (ONU), el tráfico de vida silvestre es uno de los negocios ilegales más lucrativos del mundo, ya que genera más de 20 millones de dólares al año. Esto lo convierte en el cuarto crimen organizado más importante del planeta. El Informe Mundial sobre los Delitos contra la Vida Silvestre (UNODC, 2024) estima que el comercio ilegal afecta a unas 4.000 especies en más de 160 países.
Durante el programa de televisión UNA Mirada, los especialistas coincidieron en que los comerciantes de estas especies en Costa Rica utilizan las redes del crimen organizado y narcotráfico para ingresar, transportar y exportar animales por el territorio nacional.
Shirley Ramírez Carvajal, de la Comisión Nacional para la Gestión de la Biodiversidad del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), sostuvo que
hemos podido encontrar que se utilizan las mismas estructuras criminales para trasladar vida silvestre o para trasladar drogas. Están muy interconectadas las estructuras, no solo la satisfacción del mercado nacional, pero también hay un porcentaje que se exporta, obviamente utilizando muchos canales completamente ilegales".
Víctor Montalvo Guadamuz, académico e investigador del Instituto Internacional de Conservación y Manejo de Vida Silvestre (Icomvis-UNA), comentó que
un país como el nuestro, con una biodiversidad tan grande, es víctima de tráfico y realmente lo que se conoce es la punta del iceberg. Hay estructuras muy complejas que desconocemos".
En muchas ocasiones, los animales silvestres o exóticos son vistos como trofeos por los líderes de grupos delincuenciales, quienes ostentan su poderío con ellos. Ramírez recordó que el zoológico ilegal más grande de América Latina le perteneció a Pablo Escobar. Las autoridades colombianas nunca descubrieron cómo ingresaron elefantes o hipopótamos al territorio.
A los grandes traficantes les gusta tener ciertos animales en colecciones privadas. Hemos identificado, con los compañeros del OIJ, en varios allanamientos, que ciertas estructuras criminales también están utilizando esto como símbolo de estatus y para el lavado de dinero".
agregó Ramírez.
Los panelistas coincidieron en que la falta de capacitación, equipo tecnológico y personal impide el control estricto en fronteras y carreteras. Las autoridades han encontrado especies silvestres en maletas, contenedores con productos de exportación e incluso en recipientes de plástico; aun así, reconocen que las incautaciones son mínimas con respecto al tráfico.
Hemos visto arañas que las meten en esos vasos de café desechables, serpientes y aves en botellas sin agua ni comida
, describió Isabel Hagnauer Barrantes, médico veterinaria de Rescate Wildlife Zooave. El trato y traslado inapropiado de las especies les provoca lesiones, enfermedades e incluso la muerte. Hagnauer confirmó que un 80% de los animales traficados mueren en el camino.
A pesar del esfuerzo por incrementar la vigilancia en los puntos más vulnerables, los especialistas consideran que Costa Rica aún tiene mucho trabajo por hacer. La vulnerabilidad de sus fronteras, la falta de capacitación y la carencia de tecnología de punta limita el accionar de las autoridades. El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, por ejemplo, con tanta tecnología y recursos, detecta nada más el 7 % del tráfico. Nosotros posiblemente no estamos detectando ni el 1% de lo que se está sacando"aportó la representante del MINAE.
En Rescate Wildlife recibimos más de 3.000 animales al año y la mayoría son víctimas de tráfico de especies nativas y no nativas que vinieron al país
, afirmó la veterinaria. De ahí que se considere que las cifras que maneja el OIJ son un subregistro y que se trafican más animales de los que se logra contabilizar, capturar y rescatar.
Especies como la lapa roja (Ara macao) están dentro de las que más se trafican en Costa Rica. Foto: Randall Hernández.
Daño ecológico
Los panelistas confirmaron que la extracción de especies silvestres causa graves daños ecológicos, pues provoca desequilibrios en múltiples sentidos.
Montalvo ejemplificó con el caso de las colecciones privadas de los líderes de estructuras criminales, ya que los traficantes extraen del bosque los ejemplares más bellos y grandes —por ejemplo, jaguares, venados, serpientes o aves— que suelen ser los machos de estas especies. Esto provoca ausencia de machos en las manadas de ciertos territorios, lo que limita las posibilidades de apareamiento y crecimiento de estas poblaciones en el bosque y podría llevar a su desaparición.
Hagnauer advirtió que, si el problema se ve como casos aislados, no se logra dimensionar su verdadera magnitud, pero al observar las cifras, es evidente que el tráfico de especies es grave. El Rescate Wildlife, por ejemplo, recibe más de 400 loras en un año. Desde su experiencia, ha podido contabilizar más de 1.500 animales víctimas de tráfico anualmente, solo en uno o dos centros de rescate, y en Costa Rica hay más de 20 centros dedicados a recibir a este tipo de animales.
En el programa de televisión se solicitó a los costarricenses no comprar ni tener de mascota animales silvestres o exóticos y se pidió denunciar a las personas que los venden y a quienes los utilizan para exhibición o fotos turísticas en diferentes zonas del país.