El Colegio SAMAGU revalidó su título y se consagró bicampeón de la Copa Rexona Femenina 2025, tras superar al Club Sport Cartaginés en una emocionante final que se resolvió por penales (4-3) luego de empatar 1-1 en tiempo reglamentario. El partido se disputó este sábado 8 de junio en las canchas de fútbol de Pedregal, en Belén.
La segunda edición del certamen reunió a más de 340 jugadoras de entre 14 y 17 años, provenientes de distintas regiones del país. La Copa Rexona Femenina continúa consolidándose como un referente en el desarrollo del fútbol femenino juvenil, con un enfoque inclusivo, gratuito y competitivo.
Entre los reconocimientos individuales, Melissa Vargas, arquera del Colegio SAMAGU, fue elegida como Mejor Portera del torneo, mientras que Valeria Torres, del Cartaginés, recibió el galardón como Mejor Jugadora. La goleadora del campeonato fue Jimena Matamoros, del Panamerican School, con seis anotaciones.
La iniciativa, organizada por Rexona como parte de su compromiso con la equidad y el deporte femenino, asumió el 100% de los costos del torneo, incluyendo uniformes, arbitraje, fisioterapia, transporte y seguimiento deportivo. El objetivo principal: crear espacios accesibles y estructurados para impulsar el talento y la participación de más jóvenes mujeres en el deporte.
Daniel Venegas, gerente de marca de Rexona, expresó:
Con la Copa Rexona Femenina hemos querido demostrar que el desarrollo del talento femenino se potencia cuando existen condiciones accesibles, equitativas y bien estructuradas”
Más allá de la competencia, la copa ofreció una plataforma formativa que promueve la confianza, el bienestar y la visibilidad del fútbol femenino costarricense. Así lo destacó Melissa Vargas, quien ha sido parte del torneo desde su primera edición:
Este tipo de espacios son muy importantes para el fútbol femenino. Plataformas como la Copa Rexona ayudan a que más personas conozcan lo que hacemos, y a que otras chicas se animen a participar”
Con esta segunda edición, la Copa Rexona Femenina 2025 ratifica su rol como semillero de talento y motor para el crecimiento del fútbol femenino en Costa Rica.
