Aprenda a lograr un equilibrio entre el apoyo al paciente con insuficiencia cardiaca y su propio bienestar.

Tres consejos para aplicar hoy mismo:

  1. Tómese tiempo para usted y para las actividades que disfruta.
  2. Únase a un grupo de apoyo para cuidadores.
  3. Busque ayuda de familiares y amigos, grupos de voluntarios o servicios de salud locales.

El papel del cuidador es fundamental en el bienestar de una persona con insuficiencia cardiaca (IC). Sin embargo, en el afán de brindar atención y apoyo, es común que el cuidador descuide sus propias necesidades físicas y emocionales.

Tanto usted como su red de apoyo de familiares y amigos desempeñan un rol crucial en garantizar un equilibrio entre el cuidado del paciente y el autocuidado.

Cada individuo experimenta y procesa las emociones de manera diferente. No obstante, es habitual que los cuidadores atraviesen estados emocionales como ansiedad, depresión, frustración, inseguridad e incluso enojo. Estas emociones pueden fluctuar rápidamente: en un momento puede sentirse optimista y con control de la situación, mientras que al día siguiente puede experimentar desánimo e incertidumbre.

Asumir el rol de cuidador implica desempeñar múltiples funciones simultáneamente: acompañante, confidente, asistente e incluso enfermero. Esta responsabilidad puede surgir de manera progresiva o de forma abrupta, como en el caso de un evento cardiovascular agudo.

Su labor será clave para facilitar la adaptación del paciente a un nuevo estilo de vida acorde con su tratamiento. Su nivel de involucramiento y adherencia a las recomendaciones del equipo médico pueden marcar una diferencia significativa en la evolución de la enfermedad.

Estrategias para el cuidado integral

  1. Cuidado Personal y Hábitos Saludables
  • Fomente y apoye el abandono del hábito de fumar.
  • Adapte la alimentación del paciente hacia una dieta equilibrada y cardiosaludable.
  • Promueva la actividad física regular dentro de los límites recomendados, ya que el ejercicio moderado es beneficioso para la salud cardiovascular.
  1. Acompañamiento Médico y Tratamiento
  • Participe activamente en las consultas médicas, formulando preguntas y tomando notas para garantizar una comprensión clara del tratamiento.
  • Planifique junto con el paciente una dieta adecuada, evitando alimentos ricos en sodio y grasas saturadas. Elaborar menús en conjunto puede hacer más llevadero el proceso de adaptación.
  • Monitoree de manera regular la frecuencia cardíaca y la presión arterial del paciente, al menos dos veces por semana, o según las indicaciones médicas.
  1. Apoyo Emocional y Bienestar Psicológico
  • Recuerde que la implementación de nuevos hábitos es un proceso progresivo. La motivación y el refuerzo positivo pueden facilitar la adaptación.
  • Considere recomendar la integración en grupos de apoyo, ya que compartir experiencias con otras personas en situaciones similares puede brindar un respaldo emocional significativo.
  • Ayude a gestionar el estrés mediante técnicas de relajación, actividades recreativas o asesoramiento profesional si es necesario.

La importancia del autocuidado del cuidador

El bienestar del paciente no debe eclipsar la salud física y emocional del cuidador. Para brindar un apoyo eficaz, es esencial que también cuide de sí mismo, adoptando estrategias para minimizar el agotamiento físico y emocional.

Las investigaciones han demostrado que los pacientes con IC que cuentan con un sólido respaldo emocional y social tienen una mejor adherencia al tratamiento y afrontan la enfermedad con una actitud más positiva.

Sin embargo, cada persona tiene necesidades y capacidades distintas, por lo que es fundamental establecer un equilibrio entre la dedicación al paciente y el autocuidado.

Cuidar a otro es un acto de entrega, pero cuidar de uno mismo es una necesidad para seguir ofreciendo lo mejor.

5 sugerencias que pueden ayudarle a sentirse más en control

¡Lea con atención nuestras recomendaciones!

  1. Obtenga más información sobre la IC. Cuanto más sepa, más control sentirá probablemente.
  2. Tómese tiempo para usted y para las actividades que disfruta.
  3. Únase a un grupo de apoyo para cuidadores.
  4. Busque ayuda de familiares y amigos, grupos de voluntarios o servicios de salud locales. No puede ni debe hacerlo todo solo.
  5. Hablar con alguien. Hablar puede ser el sistema de apoyo más simple y efectivo que necesita. Hable con un familiar, un amigo de confianza, un médico o una enfermera, o un consejero psicológico.

MSc. Carol Sánchez, enfermera del Servicio de Cardiología del Hospital Metropolitano. Cuenta con una Licenciatura en Enfermería Universidad Latina de Costa Rica, un Máster en Insuficiencia Cardíaca de la Universidad de Barcelona, y más de 8 años de experiencia laboral.