
La enfermedad, conocida como “culebrilla”, puede causar dolor severo y complicaciones neurológicas si no se detecta y trata a tiempo.
En el marco del 26 de mayo, la Federación Centroamericana y del Caribe de Laboratorios Farmacéuticos (Fedefarma) alertó sobre la necesidad de intensificar la prevención y detección temprana del herpes zóster, una enfermedad viral también conocida como “culebrilla”, especialmente entre personas mayores de 50 años.
Esta afección es causada por la reactivación del virus de la varicela-zóster, que puede permanecer latente por años en los nervios del cuerpo. Factores como el envejecimiento, el estrés o la inmunosupresión pueden facilitar su reactivación, provocando un brote doloroso en la piel y potencialmente graves consecuencias neurológicas.
“Desde que nacemos comenzamos a madurar y con la llegada de los 50 años hay nuevos padecimientos que debemos prevenir o detectar a tiempo. La revisión del sistema inmunológico y el control de los esquemas de vacunación son esenciales para el autocuidado y la sostenibilidad de los sistemas públicos de salud”, afirmó Fernando Vizquerra, director de Fedefarma para el clúster de Guatemala y Costa Rica.
Síntomas y complicaciones
El herpes zóster suele iniciar con dolor, ardor o picazón localizado, seguido por la aparición de erupciones y ampollas. La complicación más común es la neuralgia posherpética, un dolor crónico que puede durar meses o incluso años. Otras consecuencias incluyen afectaciones auditivas (síndrome de Ramsay Hunt), pérdida de visión, parálisis facial, encefalitis y debilidad muscular.
Según Salvatore Ferraro, gerente médico de Vacunas en GSK, “cada persona tiene un 30% de probabilidad de desarrollar herpes zóster, incluso si no recuerda haber tenido varicela. Este virus afecta directamente el tejido nervioso y, en casos severos, genera dolores comparables a los del parto”.
¿Por qué afecta más a personas mayores?
La incidencia aumenta con la edad debido al debilitamiento del sistema inmunológico. “A medida que envejecemos, nuestro sistema de defensas se vuelve más vulnerable. A partir de los 60 años, muchas personas presentan comorbilidades como hipertensión, diabetes o problemas renales que aumentan el riesgo de complicaciones”, agregó Ferraro.
Incidencia estimada en la región
Estudios internacionales citados por Fedefarma estiman entre 1 y 3 casos por cada 1.000 personas al año. Esto se traduce en:
- Costa Rica: entre 5.400 y 16.200 casos anuales
- Guatemala: entre 19.800 y 59.400
- Panamá: entre 4.600 y 13.800
- República Dominicana: entre 11.600 y 34.800
A partir de los 50 años, la incidencia sube a 5 o 6 casos por cada 1.000 personas por año, y aumenta significativamente en personas inmunocomprometidas.
Medidas de prevención
- Fortalecer el sistema inmunológico: alimentación saludable, ejercicio regular, descanso adecuado y manejo del estrés.
- Evitar contacto con ampollas: si bien el herpes zóster no es contagioso, el virus puede causar varicela en personas no inmunizadas.
- Revisar esquemas de vacunación: la vacuna contra el herpes zóster está recomendada para mayores de 50 años y personas inmunocomprometidas desde los 18 años.
Fedefarma enfatiza la importancia de incorporar chequeos médicos semestrales como parte del autocuidado, especialmente al alcanzar los 50 años, para garantizar una vejez activa, saludable y digna.