En una era donde el tiempo parece acelerarse y las trayectorias de vida son más fluidas que nunca, la educación tradicional está fallando en prepararnos para la vida, que es al mismo tiempo más acelerada y más larga. Entonces, la solución no está en aprender más rápido, sino en aprender de manera diferente.

¿Por qué la educación debe ser un proceso continuo?

Mi tío, médico por décadas, despertó una vieja ilusión tras la jubilación. Se inscribió en un curso de ebanistería y sus muebles son considerados obras de arte. Su experiencia ejemplifica cómo la educación no debería ser una etapa de la vida, sino un proceso continuo, adaptado a nuestras necesidades y aspiraciones en cada momento.

¿Cómo podemos adaptar la educación a cada etapa de la vida?

Es necesario aprender para cada etapa de la vida. El sistema educativo debe aprender de los organismos vivos. Aprender el enfoque reflexivo de Dávila y Maturana (2021). Permitir que el aprendizaje lineal evolucione al aprendizaje circular.

Hace un siglo, la vida era corta y predecible: una educación básica, un empleo de por vida y un retiro para descansar. Hoy vivimos el doble del tiempo: con una expectativa de vida de 81.4 años en Costa Rica y 73.6 en el mundo, el camino es distinto.

Las personas experimentan más, posponen decisiones, exploran nuevas oportunidades y empiezan un proyecto muchas veces. Sin embargo, nuestro sistema educativo sigue anclado en una estructura lineal durante solo una cuarta parte de la vida, cómo máximo.

¿Qué es el aprendizaje circular y por qué es necesario?

El aprendizaje circular se basa en aprender en ciclos que empiezan con la identificación de las necesidades y aspiraciones para cada etapa de la vida. Se compone de cuatro estrategias esenciales:

  • Psicología para la comprensión personal, facilitando transiciones y decisiones educativas según cada etapa de vida.
  • Experiencia educativa pertinente, enfocada en conocimientos y habilidades útiles según las necesidades individuales.
  • Desarrollo de competencias, promoviendo la adaptabilidad y la co-creación en lugar de la simple acumulación de información.
  • Estrategia tecnológica guiada, aprovechando el acceso sin precedentes al conocimiento global.

¿Estamos preparados para evolucionar con el mundo?

Más que aprender, necesitamos evolucionar para alcanzar el bienestar y la equidad en las diferentes etapas de la vida. En un mundo donde la inteligencia artificial, la automatización y la economía del conocimiento están redefiniendo el empleo y la vida cotidiana, quienes se aferran a un modelo educativo obsoleto quedarán rezagados.

¿Qué cambios urgentes necesita la educación?

La solución implica aumentar el acompañamiento psicológico en los procesos educativos y capacitar a los educadores en enfoques experimentales, psicología, nutrición, arte, entre otras fortalezas necesarias.

Por ejemplo, es evidente el vacío educativo entre el colegio y la carrera universitaria, así como entre la vida adulta y la vida de la persona adulta mayor. Es urgente repensar la nueva educación y que las políticas públicas la impulsen. Redistribuir el presupuesto para las estrategias necesarias y permitir a la docencia ser guía y no transmisora.

¿Hacia dónde debe dirigirse el futuro de la educación?

El futuro es circular. Si queremos un futuro donde el bienestar y la equidad sean una realidad, debemos rediseñar el sistema educativo para todas las edades. La pregunta no es si la educación circular será el modelo del mañana, sino si estamos dispuestos a adoptarla antes de que el mundo nos obligue a hacerlo.

El sistema educativo ya no es solo para la niñez y juventud. Es para todos, en todas las etapas de la vida. Quien deja de aprender, deja de evolucionar. En este mundo en constante cambio, detenerse es quedarse atrás.

“La ceguera más peligrosa no es la de los ojos, es la de la mente.” (Dávila y Maturana, 2021)

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