En la actualidad, los procesos de incursión de la tecnología en el sector financiero evolucionan rápidamente, inteligencia artificial, blockchain, pagos digitales y análisis de datos, entre otros, están redefiniendo este sector, según el Banco Mundial para el 2021 en las economías en desarrollo un 57% de las personas adultas hacen o reciben pagos digitales, por tanto, vemos cómo las personas usuarias están migrando a una serie de alternativas con mayor eficiencia, transparencia y seguridad en las transacciones. Esto conlleva una serie de reestructuraciones durante su implementación, haciendo necesaria la capacidad de planificar para las transiciones innovadoras.

Desde mediados de los años 90, el Banco Central de Costa Rica ha sido pionero en la implementación de iniciativas digitales,  casos como la introducción del SINPE Móvil en el año 2015 han sentado las bases para una mayor inclusión financiera y han facilitado la adopción de nuevos servicios financieros, posicionando que el éxito de estas iniciativas se mantiene en la capacidad de interoperabilizar los sistemas de las entidades bancarias y contar con una infraestructura tecnológica moderna, haciendo énfasis en la capacidad de dialogar entre los diferentes actores financieros para lograr puntos en común.

Datos Costa Rica:

  • Para el 2023 la inclusión financiera fue de un 89,8% en personas mayores de 15 años que disponen de una cuenta de fondos en el sistema financiero.
  • Las suscripciones activas del SINPE - Móvil para el año 2015 fueron de 147 mil y con el paso de la pandemia por COVID-19 hubo un alto incremento de las suscripciones 890 mil para el 2020, es decir, un aumento de 740 mil suscripciones aproximadamente. Y para el cierre del año 2023 superó los tres millones en el acumulado de suscripciones activas, de acuerdo con los datos del Banco Central de Costa Rica.
  • Para el cierre del 2024 un total de 1.356 autobuses de la GAM cuentan con el sistema de pagos electrónicos (SINPE TP).

Partiendo de esos datos, es ahí, donde la planificación juega y sigue jugando un papel crucial en este proceso de transformación, ya que tenemos una evolución que está presionando cada vez más a que las instituciones financieras desarrollen estrategias a largo plazo que involucren diferentes sectores de la sociedad, que les permitan adaptarse a los cambios tecnológicos y aprovechar las nuevas oportunidades, pero, sobre todo, exigiendo cada vez más que la digitalización sea una piedra angular en los procesos de sostenibilidad y modernización . Además, es fundamental avanzar con la visión clara que plantea BCCR para fomentar la innovación y garantizar que los beneficios de la tecnología financiera lleguen a todos los sectores de la población, es decir, dar facilidades a las personas usuarias y generar información con las entidades proveedoras de los servicios.

El seguir apostando por la modernización de los medios de pago, no es solo una tendencia, sino, una necesidad imperante en la economía de Costa Rica para construir ciudades inteligentes y sostenibles. Priorizando la construcción de una economía eficiente e inclusiva que requiere de una transición hacia sistemas de pago digitales y sin contacto en todos los ámbitos de la economía en comercios, transporte público, entre otros.

Este proceso, respaldado por una planificación objetiva, permite optimizar recursos, reducir riesgos y maximizar el retorno de inversión. Al analizar esta transformación desde dos perspectivas, vemos cómo contribuye al sistema bancario y, al mismo tiempo, reduce las brechas para las personas más vulnerables de la población, fomentando una inclusión financiera mediante sistemas accesibles y fáciles de usar. Igualmente planteando la necesidad de que los medios de pago sean neutros, fiscalmente hablando.

En conclusión, la transformación digital del sector financiero costarricense ha iniciado un camino prometedor, el cual se encuentra en auge, y es fundamental consolidar los avances logrados. Sin embargo, se debe seguir con una construcción desde una articulación multiactor para que esta transformación sea sostenible en el tiempo y alcance a todos los sectores de la población.

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