Ambientalista que ganó recurso de amparo por sobrevisitación al parque criticó aumento a 2501 personas en aforo diario.

El ambientalista y especialista en gestión y manejo de áreas protegidas, Christian Mata Bonilla, advirtió de una “situación crítica” en el Parque Nacional Manuel Antonio en menos de cinco años en caso de que el aumento en el aforo siga en crecida.

Este 29 de mayo el Gobierno incrementó el aforo diario del Parque Nacional Manuel Antonio, en Quepos. La capacidad pasará de 1800 personas a 2501 personas, es decir una subida de 700 personas. 

Dicha decisión se tomó pese a que en mayo de 2023, la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (conocida popularmente como la Sala IV) condenó al Estado por permitir que la visitación diaria al Parque Nacional Manuel Antonio superara en un 267.9% la capacidad instalada, sin un estudio técnico que lo sustentara.

Mata Bonilla fue quien interpuso el recurso de amparo que el tribunal declaró con lugar y que fijó el aforo en 1120 turistas diarios (antes esa cifra era de 3000 personas). Ahora considera que el anuncio del Gobierno denota "el desinterés de respetar a la máxima instancia judicial del país como lo es la Sala Constitucional y que se siguen tomando decisiones basadas en criterios improcedentes e incompletos que atañen a la gestión de las áreas silvestres protegidas".

Explicó que cuando se planteó el recurso de amparo, tomaron en cuenta la aplicación de la “Herramienta Técnica de Flujo de Visitantes” elaborada por el Sistema de Áreas de Conservación (Sinac) para el manejo interno de la institución. No obstante, afirmó conocer que el ministro de Ambiente y Energía, Franz Tattenbach Capra, ha querido manipular dicho instrumento a su favor.

Cómo se puede tener credibilidad de algo que es políticamente vulnerable cuando quien emite las recomendaciones es una “comisión interventora” completamente hecha a imagen y semejanza del ministro".

Mata Bonilla hizo referencia a la Comisión Interventora Administrativa que creó el Minae para responder al fallo de la Sala y cuyos miembros fueron elegidos por el jerarca de la cartera.

El 18 de julio de 2023 el Minae anunció que la capacidad máxima del parque pasaría a 1568 personas luego de realizar mejoras establecidas por la Sala. Esta cifra aumentó meses después a 1800 personas, según mencionó el jerarca este miércoles tras el comunicar la apertura de un nuevo sendero de más de un kilómetro y medio. 

Según el ministro, las ampliaciones se ajustan a lo dicho por la Sala, ya que el Tribunal les dijo que cualquier incremento debía ajustarse a criterios técnicos del modelo que manejan en el Sinac-Minae, el cual arrojó que el parque cómodamente puede acoger 2500 visitantes como capacidad de carga.

El ministro de Ambiente y Energía, Franz Tattenbach Capra, y el presidente, Rodrigo Chaves Robles, anunciaron el aumento del aforo el pasado 29 de mayo. Fotografía: Casa Presidencial- Julieth Méndez.

En recursos posteriores que se han planteado en este tema, Mata Bonilla indicó que se ha solicitado que deje de utilizar la mencionada herramienta, debido a que solamente considera como criterio para aumentar el aforo algunas supuestas mejoras a la infraestructura de uso público.

A todas luces no es suficiente para tomar una decisión de ese calibre en un área protegida. Cuando se habla de gestión y manejo de estos espacios, la visitación es solo uno de los muchos elementos que intervienen".

Y cuestionó:

¿Será que algunas mejoras en senderos, que no son por cierto muy notables, unos voluntarios que ayuden y una jaula para encerrar una soda son suficientes para garantizar la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas de un área tan frágil?

En uno de los documentos que la Sala IV tomó en cuenta antes de emitir el fallo, se alertó sobre falta de personal, además de problemas de desgaste físico y mental y falta de capacidad para atender emergencias.

Esa información puntualizó que el Parque Nacional Manuel Antonio contaban con 11 funcionarios (incluyendo el administrador y la secretaria) para la atención de visitantes, mismos que en su totalidad no fueron contratados para este fin, y que han realizado la función por la necesidad institucional en esta materia.

Puntualizaron que para las funciones orientadas solamente a la atención del turismo, en temporada alta, requieren al menos 8 funcionarios de planta más, de preferencia técnicos especializados en turismo o servicio al cliente. Delfino.cr consultó a la oficina de prensa del Minae si el número de funcionarios aumentó, pero no se obtuvo respuesta.

El ambientalista agregó que uno de los puntos más críticos es la desatención de los criterios científicos que investigaciones han develado sobre la vulnerabilidad de la fauna. Las peligrosas interacciones con las personas y la afectación directa e indirecta de flujos masivos de personas causando un estrés excesivo a la fauna, aumentando problemas de erosión, ruido y desechos especialmente en los sistemas sépticos de las baterías de baños, compartió.

¿Qué pasa con los programas de control, protección y vigilancia, de educación ambiental, de investigaciones, de manejo de recursos u otros programas que habitualmente las áreas protegidas manejan?".

El año anterior Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR) resaltó que, según estudios, Manuel Antonio es un ejemplo en el que la hiperfrecuentación turística se traduce en cambios de comportamiento de las especies por la perturbación de la actividad de los visitantes.

Entre las especies afectadas se detallaron al mono carablanca, mono tití, mapaches, mono congo, perezoso, entre otros. Asimismo, afectación sobre la flora, erosión del suelo, pérdida de cobertura vegetal, mayor generación de residuos y mal manejo de aguas residuales.

Además, las investigadoras Laura Porras y Grace Wong, del Instituto de Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional, mencionaron a los diputados en 2023 que habían identificado 16 tipos de interacciones que ocurren entre los turistas y los animales silvestres, y la mayoría de esas interacciones tienen que ver con alimentación, con la comida que los turistas ingresan al parque y que le dan a los animales.

En ese momento indicaron que la fauna silvestre que habita en el parque, principalmente aquellos animales que se movilizan por la zona de uso público, están sometidos a mucha presión por la cantidad de personas que ingresan diariamente, algunas especies pueden no tener la capacidad de adaptarse a esta situación y esto les puede generar estrés, y llegar a deteriorar su salud.

Desde la escuela de la UCR habían resaltado que les preocupa que la omisión de criterios técnicos y científicos para la gestión correcta y la conservación de los ecosistemas y especies del Parque Manuel Antonio, se convierta en un precedente para otras áreas silvestres que experimentan alta demanda como el Parque Nacional Chirripó y el Parque Nacional Volcán Poás, por ejemplo.

En las palabras dadas este miércoles, el ministro de la cartera mencionó que uno de los trabajos en la infraestructura que realizaron fue crear una jaula muy grande alrededor de la soda del parque. Gracias a la remodelación puede exigirle a los visitantes que no ingresen con alimentos y no alimentar a los animales. Esto, según Tattenbach Capra, ayudó a que el comportamiento de los animales, de los monos principalmente, haya mejorado en su interacción con los visitantes.

La capacidad diaria del parque pasará de 1800 personas a 2501 personas, es decir un incremento de 700 personas.

Para Mata Bonilla, al ministro "se le olvida que la actividad turística es solo uno de los múltiples servicios ecosistémicos que las áreas protegidas son capaces de proveer y que esos servicios incluyendo el turismo, depende de la integridad ecológica del espacio conservado". 

Un sobreuso de los recursos los pone en una situación de vulnerabilidad extrema donde se puede llegar al umbral máximo de sus capacidades y resiliencia, poniendo en una situación de extremo peligro a los recursos que puede ser incluso irreversible".

Y agregó:

Las áreas silvestres protegidas se crean para conservar rasgos únicos de ecosistemas representativos a perpetuidad, si las actividades turísticas se pueden dar, es un valor agregado, un beneficio adicional que implica una gestión responsable y especialmente técnicamente sustentada".

Para él, de forma errada se ha querido decir que los que promueven la conservación del parque y en general de las áreas protegidas impiden el desarrollo humano y la calidad de vida de las comunidades.

Considera que esa visión está alejada de la realidad debido a que procuran que no se agoten los recursos y por ende propiciar que la sostenibilidad del recurso tanto en el tiempo como cualitativamente, se mantenga.

Al ritmo de visitación con los números que están autorizando, se proyecta que el Parque Nacional Manuel Antonio entre en una situación ambiental crítica en menos de 5 años. Los beneficios de los servicios que proveen las áreas silvestres protegidas dependen de una gestión responsable, equilibrada y enfocada en los factores complejos que las afectan que van mucho más allá del turismo masivo".

Mata Bonilla dijo que analiza acudir nuevamente a la Sala Constitucional para que esta se pronuncie sobre lo sucedido.