Por Tabor Krystel – Estudiante de la carrera de Psicología
¿Alguna vez ha escuchado hablar a cerca de un padecimiento llamado akinetopsia? Si nunca lo ha escuchado, puede ser una de muchas personas más que nunca han escuchado hablar sobre este tipo de trastorno de la percepción del movimiento. Se trata de un trastorno poco conocido y, de igual manera, es un trastorno que no muchas personas suelen padecer; de hecho, hay muy pocos estudios acerca de este trastorno. Por eso es importante educar un poco a las personas para que, si algún día se llegara a conocer a alguien que lo padezca, o puede que lo comience a padecer, podamos ser empáticos y tratar de entenderlo mejor y ayudarlo.
Este tipo de trastorno está relacionado con el sistema nervioso y las funciones mentales. Básicamente, a las personas que lo padecen se les hace muy difícil o imposible percibir el movimiento de las cosas y personas. Algunas de las causas usuales para comenzar a padecer de este trastorno son por lesiones cerebrales en el área V5 de la corteza visual, la ingesta de algunos fármacos antidepresivos, daño colateral por infarto cerebral, y cirugías craneales.
Ahora, al saber los efectos de esta enfermedad en las personas, imagínense que son ustedes los que tuvieron algún tipo de lesión por algún accidente, pero nada realmente grave como para permanecer internado. Se van a dormir, y al día siguiente se comienzan a alistar para ir al trabajo o a la escuela, van a cruzar la calle para ir a la parada del bus, pero cuando toman la precaución de ver a ambos lados para ver si van pasando carros, no los pueden ver continuamente. En este caso, ¿qué harían? ¿Confían en que el carro se ve a larga distancia y les da tiempo para pasar, o se esperan? Probablemente, se pueden llegar a confundir y comenzarse a frustrar mucho y, en el peor de los casos, puede pasar que, al no poder percibir bien el movimiento, piensen que es buen momento para pasar la calle y de la nada ven el carro al frente suyo. Qué impactante, ¿verdad? Pues esta es la vida de algunas personas en vida real.
Hasta el día de hoy, no existen pautas preestablecidas para el tratamiento de la akinetopsia. En los casos en los que es causado por la ingesta de fármacos antidepresivos, la interrupción o una nueva cantidad en el suministro del fármaco debería de bastar para eliminar los síntomas de este desorden. Por el otro lado, la cirugía cerebral, aunque sea de aspecto riesgoso, es una opción para intentar eliminar la akinetopsia en los casos de haberlo comenzado a padecer por una lesión cerebral (Rovira, 2018). Y, por último, una de las maneras en las cuales una paciente logró adaptarse a vivir con este fue por medio de la afinación en el sentido del oído para llegar a inferir el movimiento de una manera más precisa. Así, en el caso de cruzar la calle, ella se podía guiar por medio del oído y podía distinguir qué tan lejos o cerca va el carro; o, al servirse de tomar, puede escuchar cuando va llegando al tope el líquido en el recipiente.
Realmente la akinetopsia, al ser un trastorno relativamente nuevo, reconocido por primera vez en 1991 por el neurobiólogo Semir Zeki y de pocos padecimientos, no ha llegado a tener una comprensión tan amplia ni tratamientos tan avanzados para tratarla (Rovira, 2018). Sin embargo, gracias a diferentes pacientes, se ha podido lograr extraer diversas maneras de tratamientos para tratarlo y vivir con él.
