Por Rodrigo Pérez Vaca – Estudiante de la carrera de Ingeniería Electrónica
La electrónica ha estado en todo a nuestro alrededor durante el último siglo, empezando con cosas tan simples como una máquina de telegramas hasta tener hoy aviones que pueden volar más rápido que la velocidad del sonido, demostrando la velocidad con la cual se están llevando a cabo los avances en esta área. Se desafían cada vez más fronteras, que hace tan solo unos años atrás parecían cosas imposibles o historias de ciencia ficción. Nuestra nueva frontera es la colonización del espacio y la ingeniería electrónica va a ser pieza fundamental para nuestro éxito como seres humanos en este gran desafío.
En la industria espacial, los avances significativos se vieron durante dos eras principalmente: la primera fue durante la Guerra Fría, la famosa guerra espacial entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Esta carrera dio a luz a los primeros satélites operacionales y eventualmente finalizó con la llegada del hombre a la Luna, lo cual dio por “victoriosos” a los estadounidenses. La segunda era en la cual podemos ver avances significativos en la industria es la era en la que vivimos, y si bien hubo avances menores en el periodo entre la Guerra Fría y la actualidad, no fueron significativos; y ahora el avance se debe a que empezaron a participar las empresas privadas en vez de solo entidades gubernamentales, y gracias a esto tenemos a empresas como SpaceX, que apunta a tener humanos habitando en Marte tan pronto como en el año 2024.
La ingeniería electrónica tiene un aporte macro y micro en nuestra meta de llegar a Marte, se busca establecer una colonia sostenible y eventualmente continuar a otros planetas, y con esto nos referimos a que se requiere de esta disciplina para el desarrollo de los cohetes y sistemas de seguridad integrados que nos llevarán hasta Marte y otros planetas, pero también se necesitan ingenieros electrónicos para poder desarrollar sistemas que faciliten la estadía en ese planeta.
Uno de nuestros desafíos para poder sobrevivir en Marte es poder vivir ahí sin ser afectados por el clima volátil y la radiación, lo cual se puede lograr gracias a la innovadora idea de imprimir en 3D las residencias utilizando material encontrado en Marte. Esto es posible gracias a que se enviarían robots que realizarían el trabajo antes de que los astronautas lleguen, y aunque esto suene como algo descabellado, este proyecto ya está en curso y se espera que los primeros robots sean enviados a finales de 2022. También se tiene el proyecto de utilizar robots que extraigan todo tipo de minerales y recursos del suelo de ese planeta, teniendo en este equipo de trabajo a un ingeniero electrónico mexicano que representa a América Latina.
En conclusión, podemos rescatar que los ingenieros electrónicos van a ser una pieza fundamental para poder llegar a Marte y expandirnos como seres humanos. Esta es una tarea que no depende solamente de ingenieros en países como Estados Unidos o Europa, sino que los avances vienen de todas partes del mundo y se necesita del ingenio de todas las personas para poder pasar por todos los desafíos que nos esperan en el camino a la colonización de Marte.