Canadá, el Reino de Suecia, Ucrania y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte presentaron ayer martes una denuncia conjunta contra la República Islámica de Irán ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el principal órgano judicial de las Naciones Unidas, por el derribo del vuelo 752 de Ukraine International Airlines el 8 de enero de 2020,.
Según informó el departamento de prensa de la CIJ, los cuatro países acusaron que Irán ha violado una serie de obligaciones bajo la Convención para la represión de actos ilícitos contra la seguridad de la aviación civil (la "Convención de Montreal") con el derribo del vuelo.
Todos los 176 pasajeros y tripulantes a bordo del vuelo, muchos de los cuales eran nacionales y residentes de los Estados denunciantes, fallecieron en el accidente.
Según los demandantes, Irán "no tomó todas las medidas prácticas para prevenir la comisión ilícita e intencional de un delito descrito en el Artículo 1 de la Convención de Montreal, incluida la destrucción del vuelo PS752. También falló posteriormente en llevar a cabo una investigación penal imparcial, transparente y justa, de conformidad con el derecho internacional".
El 8 de enero de 2020, el vuelo 752 de Ukraine International Airlines, un vuelo comercial, fue derribado "por error" por la defensa antiaérea iraní. El avión había partido del Aeropuerto Internacional Imán Jomeini en Teherán, Irán, con destino al Aeropuerto Internacional de Boryspil en Kiev, Ucrania.
Minutos después de despegar, la aeronave se estrelló entre las ciudades iraníes de Parand y Shahriar, y lamentablemente no se encontraron sobrevivientes por parte de los equipos de rescate. En un principio, los medios de comunicación estatales iraníes atribuyeron el accidente a un fallo mecánico sin dar más detalles. Sin embargo, posteriormente se informó que uno de los motores del avión se incendió durante el vuelo. El periódico jordano Al Hadah reveló de primero que la aeronave fue derribada por un misil antiaéreo iraní.
Este suceso ocurrió horas después de que Irán llevara a cabo un ataque contra dos bases militares estadounidenses en Irak, lo que llevó a la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos a emitir una orden de no sobrevolar el espacio aéreo de Irán, Irak, el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán.
El 9 de enero de 2020 funcionarios del Pentágono de Estados Unidos declararon que el avión probablemente fue derribado por un misil Tor-M1 lanzado desde Irán. Esto se basó en la detección satelital de dos proyectiles lanzados seguidos de una explosión. Horas más tarde, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, confirmó en una conferencia de prensa que la inteligencia canadiense había determinado que el avión fue derribado por un misil iraní.
El 11 de enero de 2020, el gobierno de Irán admitió que la aeronave fue derribada por un misil lanzado por la Fuerza Aeroespacial de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica y lo calificó como un "error humano" al haber identificado erróneamente el avión como un misil de crucero estadounidense. En consecuencia, expresaron sus condolencias y disculpas a las familias de las víctimas y a los países afectados por la tragedia. Ese mismo día, el general de brigada Amir Ali Hajizadeh asumió la plena responsabilidad por el incidente del avión.
Con 176 víctimas, el incidente se convirtió en el peor desastre de aviación en Irán desde el accidente de un Ilyushin Il-76 en 2003. Además, superó al Vuelo 812 de Air India Express como el peor desastre relacionado con el Boeing 737 Next Generation y fue el segundo más mortífero que involucra a la serie Boeing 737, después del Vuelo 610 de Lion Air. Este derribo fue la primera gran tragedia en la historia de Ukraine International Airlines y se convirtió en el peor incidente de derribo de un avión desde el Vuelo 17 de Malaysia Airlines en 2014.