Por Diana Arce Rodríguez - Estudiante de la carrera de Ingeniería Química Industrial
En general, los gases son un componente muy importante en nuestras vidas, sin embargo, este es vital para que muchas industrias efectúen procesos según el fin que le desee dar cada una al mismo, podemos definir el gas como un estado de la materia que consiste básicamente en partículas que no tienen ni volumen, ni forma definida. Este puede encontrarse en átomos de un elemento como por ejemplo el Hidrógeno o el Argón, de igual manera se encuentra en compuestos como el ácido clorhídrico, dióxido de carbono o en mezclas tales como el aire y el gas natural. Según menciona (Helmenstine, 2019) los gases cuentan con muchas propiedades que gracias a ellas se logra predecir el comportamiento de los mismos, por lo cual es de gran importancia conocer el gas con el cual se va a trabajar ya que cada uno posee cuidados distintos en cuanto a su manipulación.
A la hora de almacenar los gases se necesita establecer las mejores condiciones para mantenerlos en buen estado de manera segura, para esto se está utilizando con mucha frecuencia el almacenamiento criogénico, Iapesa (desconocido) indica que estos depósitos están formados por dos recipientes, uno dentro de otro con un aislamiento térmico entre ambo, está diseñado para diferentes presiones según sea la necesidad, van desde los 5 hasta los 42 bar. El depósito interior es fabricado con acero inoxidable austenítico. En cuanto al aislamiento térmico se realiza con relleno de la cámara entre ambos depósitos con material aislante y un alto vacío con material absorbente para una mayor estabilidad en el mismo, este aislamiento es muy eficaz debido a que permite minimizar las pérdidas del producto.
En el estudio realizado por Andrés Acuña Solís, Luis Fernando Bolívar Retana y José Antonio Ramírez Brenes (2014) mencionan las formas de almacenar un gas natural, por medio de tanques subterráneos y de superficie. Los primeros se basan en una cavidad en la superficie la cual generalmente cuenta con techo metálico y paredes recubiertas con material aislante, esta tecnología no es recomendable para almacenamiento a largo plazo ya que se presenta gran trasferencia de calor del exterior hacia el tanque lo cual puede ser muy peligroso. Por otro lado están los de superficie, los cuales son tanques de almacenamiento criogénico (los mencionados anteriormente). Por último, están los de contención total los cuales tienen doble pared metálica y están cubiertos completamente recubiertos de una estructura de concreto, la misma es de gran importancia ya que logra contener cualquier derrame. Otro gas bastante utilizado es el hidrógeno. Balasubramaniano (2017) plantea que para almacenar de manera correcta y segura este elemento se deben manejar presiones muy altas por lo cual el material del contenedor debe ser muy resistente ya que generalmente los materiales ligeros no soportan altas presiones. Hoy, los tanques de almacenamiento modernos se pueden hacer con materiales compuestos de fibra de carbono, estos son ultraligeros con resistencia a la penetración y una carcasa reforzada resistente a los golpes. Estos son 10 veces más fuertes que el acero, lo que les permite almacenar hidrógeno a presiones superiores a 350 bar y puede soportar temperaturas de superficie de más de 1073 K.
La tecnología va avanzando continuamente en este caso para beneficio nuestro ya que ha dado grandes aportes en cuanto a almacenamiento, el cual es un tema de suma importancia ya que se debe tener todo un protocolo para lograr mantener en buen estado el fluido deseado, pero al mismo tiempo de una manera segura, por eso es necesario mantenerse actualizado en cuanto a las nuevas tecnologías presentadas.
