Por Adrián Vinicio Campos León - Estudiante de la carrera de Ingeniería Informática

Las políticas sociales implementadas en Costa Rica durante las últimas décadas han impactado las condiciones de vida y salud de miles de ciudadanos costarricenses. De igual manera, a lo largo de este tiempo se han presentado cambios en el país, como en el contexto social, cultural y demográfico. Además, se suman progresos como la creciente participación de la mujer en la sociedad, en donde se ha visto elevado su nivel educativo, así como el acceso progresivo a servicios de salud y a métodos de planificación familiar, que ha reducido, según reportes del INEC y el Fondo Centroamericano de Población, la tasa global de fecundidad de 7.1 hijos por mujer en 1960 a 1.8 en el 2010 (Ávila-Agüero, 2013). Asimismo, se ha visto una disminución en la mortalidad, lo que es consecuencia de las mejores condiciones de vida que, al relacionarse con el descenso en la fecundidad, produjo una reducción en la mortalidad infantil y elevó la esperanza de vida del costarricense. El mejoramiento de las condiciones de vida logró que se controlaran las enfermedades parasitarias y diarreicas, y la inversión en la vacunación redujo en gran medida muchas enfermedades. Así, la alta inversión social contribuyó a posicionar a Costa Rica como un país con un alto nivel de salud, a pesar de no ser económicamente desarrollado.

Por el otro lado, este cambio implicó nuevos retos, como la inversión de la pirámide poblacional, el aumento de las enfermedades crónicas no transmisibles, entre las que se encuentran la obesidad, la diabetes y el cáncer, las cuales son patologías que consumen más recursos en cuanto al tratamiento de la enfermedad. Además, se debe sumar la existencia de patologías sociales, como el consumo de drogas o los accidentes de tránsito, que también resultan en altos costos para la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y la seguridad social del país.

De esta forma la mala administración de estos cambios ha conducido a una inadecuada gestión de la salud y de la enfermedad, y ha terminado en una institución que no ofrece los servicios oportunos y con equidad, y que tampoco cumple con las expectativas de la población. Asimismo, existe una confusión entre los logros en indicadores de salud con una buena atención médica, ya que se atribuye todo el éxito a la atención de la enfermedad, lo cual deja de lado y minimiza las políticas globales de mejoramiento en la calidad y condiciones de vida. La CCSS, a pesar de ofrecer los servicios necesarios para el tratamiento de las enfermedades, necesita una estrategia para reducir la inversión de fuertes sumas de dinero en resolver enfermedades proclives a la prevención, mediante la fomentación de espacios para el ejercicio físico, y la preferencia por la comida sana, entre otras. Sería de esta manera que la CCSS se liberaría de una carga enorme, y así podría concentrarse en el objetivo de ofrecer mejores servicios, sin esperas interminables y que al mismo tiempo sea de calidad.

Hoy más que nunca, la seguridad social que está representada por la CCSS requiere de un cambio certero para avanzar en la dirección correcta. Los problemas que se acarrean del pasado han sido agravados por todas las consecuencias que ha dejado la pandemia, por lo que no se logrará solucionar ninguno de esos problemas con medidas de corto plazo. Es cierto que la CCSS ha permitido una mejora en el servicio de salud nacional, dando acceso a miles de ciudadanos a tratamientos, operaciones o medicamentos, que de otra manera no hubieran obtenido; sin embargo, también ha arrastrado una gran cantidad de errores de gestión a lo largo del tiempo. Por esta razón, es necesario una clara y precisa política de Estado en la que se involucren todas las partes, dejando de lado opiniones políticas y sindicales. Para avanzar, es necesario contar con un sólido compromiso político y de liderazgo para asegurar que la CCSS cumpla con las expectativas de la población.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Ávila-Agüero, M. L. (2013). La problemática de la Caja Costarricense de Seguro Social desde la óptica de los determinantes de la salud. Acta Médica Costarricense, 55(3), 139-142. https://www.scielo.sa.cr/pdf/amc/v55n3/art07v55n3.pdf