Por Beleny Chaves Martínez – Estudiante de Licenciatura en Psicología

Aromaterapia, terapia de recreación, hipnosis, reiki, psicodrama, musicoterapia, mindfulness y muchas otras más. De hecho, se han identificado más 1800 tipos de terapias alternativas alrededor del mundo (Kreitzer y Jensen, 2000). ¿Puede la persona profesional en salud mental confiar en todas estas terapias?

Las terapias alternativas o complementarias son aquellas que ayudan a los tratamientos o terapias convencionales en el abordaje de síntomas y enfermedades tanto físicas como mentales. Algunas de estas se han estudiado bastamente y arrojan resultados favorecedores que confirman su efectividad con una debida validez científica; otras tienen limitados estudios, resultados desfavorecedores o del todo carecen de rigurosidad científica (Bastemur et al., 2016). La elección del uso o el descarte de las terapias alternativas o complementarias está sujeto a dos elementos principales: investigación fiable y responsabilidad en su aplicación.

Cada vez más, las personas tienen una inclinación por las terapias alternativas (Clarke et al., 2015). Esto está motivado en que estas suponen una visión integradora de cuerpo-mente-espíritu, un menor riesgo de efectos secundarios, una creencia generalizada a que lo “holístico” y lo natural es mejor para el organismo, en ocasiones una desesperación por encontrar un bienestar no satisfecho en la práctica convencional o un menor costo, entre otras razones (Bryan, 2020). Como resultado, son cada vez más las personas profesionales de la salud mental que han optado por la combinación de ambos tipos de terapias, convencionales y alternativas. Según Stricker (2001), las terapias integrativas han logrado una mayor aceptación, pues utilizan la combinación de las teorías más eficaces para encontrar las mejores estrategias de tratamiento y atención a las situaciones específicas de los clientes o pacientes (Jones-Smith, 2011).

Es oportuno mencionar que la aplicación de ciertas terapias alternativas sin respaldo científico pueden comprometer y hasta deteriorar la salud física y psicológica de la persona. Una crítica importante que se hace es el efecto placebo, la falta de regulación en los países y la escasez de investigación. Sin embargo, lo anterior no debe considerarse como sinónimo de ineficacia en todos los casos. La aplicación de estas debe ser un ejercicio deliberado que asume una responsabilidad incondicional por parte de la persona profesional al cerciorarse de la seguridad y efectividad de la terapia a través de la investigación previa. Otra medida fundamental es la debida capacitación para su aplicación responsable; de tal forma que la terapia no se vuelva una práctica experimental, sino una forma responsable, ética y segura que brinde beneficios a la vida de la persona paciente o cliente.

Si bien aún existen profesionales de la salud que desconfían de las terapias alternativas como orientación teórica, pues no las consideran eficaces; hay otro grupo importante y en crecimiento que sí las consideran eficaces debido a las investigaciones y a los resultados observados (Chapman, et al., 2011). Tal es el caso de la musicoterapia que, según los investigadores Coleman y Yeh (2008), aumenta la autoeficacia y la autoestima, o el mindfulness y el yoga que reduce los niveles de estrés y ansiedad (Rodriguez et al., 2015). La mayoría de terapias complementarias no tienen por objetivo sustituir totalmente a las terapias tradicionales, sino ayudar a manejar mejor el síntoma y mejorar la calidad de vida de las personas. En este sentido resulta una buena opción la implementación de las terapias integrativas de forma responsable en el ejercicio de la salud mental.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Bastemur, S., Dursun-Bilgin, M., Yildiz, Y. y Ucar, S. (2016). Alternative therapies: New approaches in counseling. Procedia-Social and Behavioral Sciences, 217, 1157-1166. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1877042816001609
  • Bryan, S. (2020). The Benefits of Alternative Therapies on Adult Mental Health. https://digitalcommons.acu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1224&context=etd
  • Chapman, L., Morabito, D., Ladakakos, C., Schreier, H. y Knudson, M. M. (2001). The effectiveness of art therapy interventions in reducing post traumatic stress disorder (PTSD) symptoms in pediatric trauma patients. Art Therapy, 18(2), 100-104. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/07421656.2001.10129750
  • Clarke, T., Black, L., Stussman, B., Barnes, P. y Nahin, R. (2015). Trends in the use of complementary health approaches among adults: United States, 2002-2012. National Health Statistics Reports 79, 1-16. https://www.cdc.gov/nchs/data/nhsr/nhsr079.pdf
  • Coleman, H. L. y Yeh, C. (2011). Handbook of school counseling. Routledge. https://www.taylorfrancis.com/books/mono/10.4324/9780203874806/handbook-school- counseling-hardin-coleman-christine-yeh
  • Jones-Smith, E. (2019). Theories of counseling and psychotherapy: An integrative approach. Sage Publications. https://books.google.co.cr/books/about/Theories_of_Counseling_and_Psychotherapy.htm l?id=4T8sBQAAQBAJ&redir_esc=y
  • Kreitzer, M. J., & Jensen, D. (2000). Healing practices: trends, challenges, and opportunities for nurses in acute and critical care. AACN Clinical Issues, 11(1), 7-16. https://europepmc.org/article/med/11040548
  • Rodriguez, E. O. L., da Silva, G. G., Neto, D. L., Montesinos, M. J. L., Llor, A. M. S. y Gois,
    C. F. L. (2015). Uso de prácticas integradas y complementarias en el tratamiento del estrés ocupacional: una revisión integradora. Enfermería Global, 14(3), 291-302. https://www.redalyc.org/pdf/3658/365841436015.pdf