Por Fergie Méndez Madrigal - Estudiante de la Licenciatura en Mercadeo
Cada empresa, indiferentemente del área, ha vivido transformaciones que han tenido que hacer para adaptarse a los cambios de los consumidores, pues, como seres humanos, estamos en constante cambio. Ahora bien, la situación mundial que se vivió a raíz de COVID-19 obligó a las empresas a cambiar de estrategias, en un tiempo récord, para poder sobrevivir, y hoy nos encontramos con los resultados de esa evolución tan momentánea y veloz. Hoy podemos afirmar, con Mon y Serena (NewsMDirector, 2020), que ahora las empresas deben tomar en cuenta características como la higiene, salud, consumo de productos más saludables y seguridad al momento de hacer sus estrategias de mercadeo.
De hecho, Wakabayashi (2021) afirma que el COVID-19 ha cambiado los hábitos de los consumidores, ya que “según un estudio llevado a cabo por Kantar y Google, el 44% de los compradores online realizó su primera adquisición durante el 2020 y el 83% planea seguir comprando bajo esta modalidad en la post-pandemia”. Esto nos evidencia que estamos frente a una metamorfosis de comportamiento y que debemos entender cuáles son los mayores pilares de esta evolución conductual, para poder adaptar las estrategias de mercadeo a las necesidades actuales y así lograr una larga vida de la empresa.
Además, en el Evento Anual de Mastercard, 2020 Mastercard LAC Innovation Forum, se destacaron aspectos importantes sobre el efecto postpandemia en Latinoamérica y uno de esos aspectos es entender que el confinamiento hizo que el e-commerce se haya casi duplicado: antes de COVID-19 tenía un 45% de penetración y en los últimos meses alcanzó hasta un 83% (Mastercard, 2020); esta es otra prueba de la evolución conductual. Igualmente, es importante entender que otras aristas que han cambiado son que el consumidor en la actualidad busca precios accesibles con un alto grado de humanización; es decir, mostrando el lado humano, ético y sensible de la empresa.
Esto se debe a que los consumidores mostraron un fuerte deseo de reducir gastos y evitar endeudarse mediante la administración conservadora de las finanzas. Esto tiene como efecto un gran reto creativo que tendrán que enfrentar las empresas para poder seguir vendiendo sus productos, pero ahora de una manera atractiva, humana y cercana. De hecho, el marketing del futuro deberá ser bastante ingenioso y creativo. El marketing de este estilo se enfoca en desarrollar métodos para generar engagement con los consumidores, a un nivel emocional.
Asimismo, otros cambios de los consumidores en la actualidad son a nivel de comportamientos racionales: demandas más altas de respuestas tecnológicas efectivas, consolidación de hábitos ligados al confinamiento, relevancia del cuidado personal y, en el ámbito de la salud, conciencia solidaria en cuanto al ambiente, una realización más orientada al ser que al tener. Esto es importante tenerlo mapeado, pues a raíz de estos cambios se debe, en la medida de lo posible, editar también las estrategias, adaptándolas a la situación actual, para que así puedan ser efectivas.
Ahora bien, aunque muchas empresas crean que los cambios de intereses y percepciones del consumidor son un mito, hay que tomar en cuenta que las prioridades cambiaron. La realidad nos muestra que, aunque las empresas no quieran adaptarse, tarde o temprano tendrán que hacerlo si desean sobrevivir. Por lo tanto, se deben tomar acciones distintas, ¡para así poder generar resultados! Para finalizar, es importante entender que cada empresa debe conocer a fondo al segmento de clientes al que apunta para así poder crear una estrategia de mercadeo que pueda cumplir con las funciones de reconocimiento de marca, captación de nuevos clientes, fidelización, aumento del número de ventas.
