Por Samantha Masís Fallas - Estudiante de la carrera de Ingeniería Química Industrial

La era de la tecnología crece cada vez más y se extiende no solo profesionalmente, sino en áreas sociales y personales. Es un hecho que no es la primera vez que el mundo atraviesa una revolución industrial, vivimos en un constante cambio, y al igual que las tres revoluciones antecedentes, la revolución 4.0 traerá modificaciones en el desarrollo laboral e innovará en las tecnologías, pero esta vez impactará prioritariamente en las personas (Echeverría, 2018). Por lo tanto, la clave para combatir con éxito este nuevo reto es trabajar en la transformación y creación de las competencias necesarias para aprovechar las oportunidades.

Las puertas que se abren con los cambios, en este caso, ofrecen mejores oportunidades que las que se cierran. Tecnologías como el internet de las cosas, sistemas de almacenes, impresoras 3D, inteligencia artificial, big data, rayos X del ingeniero (González, 2018) son las que forman parte de esta nueva forma de vida que se está desarrollando. Cada una con su función específica, buscan en conjunto mejorar la fuerza del trabajo basado en la colaboración social (Kagermann et al., 2013). Sustituyen muchos trabajos, mejorando la calidad y ofreciendo mejor manejo del tiempo, menos riesgos laborales, precios más accesibles y un enfoque más eco amigable.

El acceso a datos de los consumos permitirá tomar en cuenta e incluir el criterio de los clientes en los procesos industriales, lo cual significa que los procesos de ingeniería pueden ser más ágiles; además, se involucran antiguas estrategias donde se busca economizar la cantidad de recursos (Kagermann et al., 2013). Es claro que la tecnología protagoniza el tema de la cuarta revolución, pero detrás de todo esto hay un gran conocimiento de parte de los seres humanos, quienes juegan el papel más importante. Por eso, el mundo estará dominado por las personas que decidieron prepararse y aprender, no por robots, de modo que esta batalla no es con la revolución, es contra nosotros mismos (Mohamed, 2020).

Las personas ya no necesitan solamente ser capaces, sino competentes. La revolución 4.0 implica una gran adaptación que se resume en “perder o aprender” (Mohamed, 2020). Ya no es suficiente limitarse a estudiar y trabajar en carreras específicas, la revolución demanda un conocimiento más amplio, es decir, transdisciplinariedad. El pensamiento adaptativo, inteligencia social, alfabetización de nuevos medios, pensamiento computacional, mentalidad de diseño, gestión de la carga cognitiva, colaboración virtual y la transdisciplinariedad se identifican como algunas de las principales competencias requeridas, según estudios (Echeverría, 2018).

Entendiendo la información brindada, se puede deducir que para la adaptación se necesita incrementar las habilidades propias, la mayor inversión realmente se hace en los seres humanos (Echeverría, 2018), y la tecnología viene a potenciarlos (Mohamed, 2020). Los sistemas educativos necesitarán desempeñar una mayor eficiencia y planificación en este proceso de adaptación. Mandela decía que “la educación es el arma más poderosa que se puede usar para cambiar… Es el gran motor del desarrollo personal” (Echeverría, 2018, párr. 44). La enseñanza debe dotar a las personas de capacidades para una preparación no solo instantánea, sino constante. Así se puede afirmar que es posible alcanzar el éxito a pesar de los cambios.

Cabe destacar la validez de los puntos de inquietud que se presentan comúnmente. Las revoluciones son todo un proceso y es cierto que podemos experimentar muchos sucesos de frustración. Hay países que se podrán acomodar con facilidad y hasta obtener muchos beneficios, como es el caso de Alemania que incluso ha sido la principal fuente, y está muy bien posicionado gracias a que ha logrado implementar con éxito cada avance y cuenta con bases fuertes, debido a esto es un país que no solo crecerá competitivamente, también conducirá a soluciones de problemas globales (Kagermann et al., 2013). Sin embargo, esta realidad no es la misma para todos los países, muchos se verán afectados negativamente, crecerá el desempleo y la desigualdad; no afectará solo laboralmente, impactará emocional y psicológicamente en las personas. Por más información que se brinde, no es suficiente para saber qué va a deparar el futuro y, de hecho, puede llegar a confundir, dificultando la toma de decisiones y la forma de reaccionar. No obstante, sí es la información necesaria para saber cómo prepararse (Echeverría, 2018), empezando por mejorar la calidad en los trabajos colectivos y cambiar el miedo por ganas de aprender. Comparando con otras revoluciones, Gonzáles (2018) menciona que “todos los países del mundo, cada uno a su ritmo, experimentó un aumento económico y eso fue bienestar”, y es una gran posibilidad que no debemos descartar.

En síntesis, “la revolución 4.0, reclama una educación que no solamente esté centrada en lo objetivo, sino también en lo subjetivo” (Echeverría, 2018, párr. 57). Vivimos en un mundo de aprendizaje constante y, como seres humanos, descubrimos nuevas cosas todos los días, y tenemos la capacidad de desarrollar habilidades para adaptarnos. La mejor forma de enfrentar la vida es actuando y no tener miedo, mantener un propósito y buscar todos los caminos para llegar, pero siempre orientar la vista hacia el futuro para encontrar las oportunidades en medio de las dificultades.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias:
• Echeverría, B. (2018) Revolución 4.0, Competencias, Educación y Orientación. Revista Digital de Investigación en Docencia Universitaria, 12(2). http://dx.doi.org/10.19083/ridu.2018.831
• Gonzáles, B. (2018, 15 de agosto). Industria 4.0: una revolución para las personas. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=a0Ycxn-bZak
• Kagermann, H., Wahstler, W. y Helbig, J. (2013). Recommendations for implementing the strategic iniative Industrie 4.0: securing the future of German Manufacturing industry; final report of industrie 4.0 working Group. https://www.din.de/blob/76902/e8cac883f42bf28536e7e8165993f1fd/recomm endations-for-implementing-industry-4-0-data.pdf
• Mohamed, N. (2020, 13 de enero) Industria 4.0: “Cambiando esquemas y creando nuevas oportunidades”. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=K2cOViIZWD8