Por Bernal Ortiz Duran – Estudiante de la Escuela de Estudios Generales
¿Has pensado un momento a qué se debe la transformación tecnológica en el mundo que nos rodea? La pregunta invita a comparar algunos temas hoy en día con relación a décadas atrás. Resulta sorprendente. Cómo no, si nos encontramos ante una inteligencia artificial, robótica, con internet que reconfigura el mundo del trabajo y la industria, también revolucionan la educación superior. Entender cómo surge esta evolución es lo que te enseñaremos.
¿Qué necesidades de reconversión profesional nos trae la Revolución 4.0? La transformación digital de la industria y las empresas con la integración de las nuevas tecnologías disruptivas como Big Data, Cloud Computing (la nube), Internet y Ciberseguridad, todo ello, enmarcado en las Ciudades Inteligentes (Smart Cities), contribuyeron enormemente al despliegue y desarrollo de la cuarta revolución industrial. Las sofisticadas amenazas a la propiedad intelectual y a la privacidad, a los sistemas y los productos conectados, hacen que nos veamos en la necesidad de establecer estrategias y herramientas de ciberseguridad que garanticen, en el marco de la Industria 4.0, ciberseguridad de calidad industrial y habilitados para la tendencia dominante del Internet.
Con la llegada de las nuevas tecnologías, la sensación de mutación y cambio tecnológico se ha hecho sentir aún más, y con ello la importancia de la ingeniería en las decisiones de la sociedad. Las nuevas tecnologías van en aumento y están en la base de una economía global o “economía informacional”, caracterizada porque la productividad y la competitividad se basan de forma creciente en la generación de nuevos conocimientos y en el acceso a la información adecuada, bajo nuevas formas organizativas que atienden una demanda mundial cambiante y unos valores culturales versátiles.
En el caso de muchos países de la región latinoamericana, carecemos de estructuras sólidas con relación al tema educativo porque nuestros sistemas educativos se edifican sobre muros débiles. Escuelas en zonas rurales, e incluso urbanas, sin acceso a internet o medios tecnológicos, docentes poco capacitados, y la corrupción a todo nivel, son algunas de sus características. A todo esto, podemos agregar datos o resultados sobre cómo se reflejan esas gráficas, pero es evidente la falta de interés por generar una inclusión y un planeamiento para reforzar el sistema con el desarrollo de la revolución 4.0; seguimos teniendo problemas en comprensión de lectura, falta de claridad y entendimiento de las ciencias y matemáticas.
Es en este contexto en que debemos poner mayor énfasis a la educación del siglo XXI. Podemos además mencionar la educación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería, y matemáticas), término que en primera instancia fue forjado por el National Science Foundation. Convertido en un movimiento mundial, incorporó el arte como búsqueda del pensamiento científico creativo llegando así al término STEAM, por sus siglas en inglés (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas). Cabe subrayar que estas siglas traen consigo el valor del arte por extensión de la creatividad en una economía que muchos observadores sienten que será moldeada por la esfera intelectual de las disciplinas STEM, lo que finalmente nos dice que los movimientos específicos, pero con un enfoque ligado a un objetivo, son funcionales para el desarrollo educativo.
Como resultado es evidente que, a pesar de no tener una adaptación del cien por ciento con las diferentes clases sociales, los cambios e inclusión que hemos tenido de la tecnología, con el desarrollo y seguimiento de la revolución 4.0, han marcado un antes y un después para el beneficio humano y con una gran proyección hacia un futuro prometedor que nos espera.