Por Jose Pablo Ramírez Medina - Estudiante de la Maestría en Gerencia de Proyectos

Para la planificación de un proyecto, un administrador o gerente de proyectos tiene una gama de metodologías que puede escoger para la realización de este, dependiendo del área donde se ejecute el proyecto, las particularidades en las que se desarrolla y de ciertas características propias de cada empresa. Sin embargo, en el mundo actual, una gran cantidad de los gerentes de proyectos prefieren la utilización de las metodologías ágiles para el desarrollo de sus proyectos a cargo. Ahora bien, ¿es correcto utilizar solo las metodologías ágiles para la organización, ejecución y evaluación de los proyectos? En los siguientes párrafos les explicaré por qué elegir solo el uso de estas metodologías no debería ser la única opción a tener en cuenta.

Las metodologías ágiles nacen de la base de las metodologías tradicionales, como una opción de organización para los proyectos que tienen mucha incertidumbre, es decir, que tienen muchas variables y no se pueden controlar. Son una posibilidad cuando se trabaja con requisitos desconocidos o variables, ya que proporcionan una serie de pautas y principios, junto a técnicas pragmáticas, que contribuirán a que la entrega del proyecto sea menos complicada y más satisfactoria (Hernández, 2014). También se utilizan ciclos cortos para realizar el trabajo, revisar los resultados y proporcionar una retroalimentación rápida de los enfoques, lo que garantiza que el riesgo sea controlado (Project Management Institute, 2017). Además, pueden adaptarse a cada proyecto, ya que están basadas en la respuesta rápida y la intervención progresiva de los procesos (Nee, 2010).

Sin embargo, una de las desventajas que se evidencia al utilizar las metodologías ágiles es un nivel insuficiente de conocimientos por parte del gerente del proyecto, ya que, a pesar de que los administradores de proyectos pueden tomar cursos o especializaciones sobre los diferentes enfoques, a la hora de poner en práctica los nuevos conocimientos puede ser complicado. Otra de las desventajas es que existe un nivel excesivo de flexibilidad al cambio en el proyecto; además, como se trabaja en menores tiempos para la obtención de resultados, los colaboradores del proyecto podrían sufrir un elevado nivel de estrés, lo que conllevaría que el proyecto no se mantenga en la calidad esperada y se aumente significativamente el riesgo en el proyecto (OBS Business School, s.f.). Ahora bien, en contraparte al enfoque ágil, en las metodologías tradicionales o clásicas “se concibe al proyecto en una sola dirección, los requerimientos son acordados desde el principio, demandando grandes plazos de planeación previa y poca comunicación con el cliente” (Molina et al., 2018, p.115); por lo que, al seguir detalladamente cada una de las fases y a su sencillez, existen múltiples empresas que aun consideran realizar sus proyectos con base en las metodologías tradicionales.

Conforme a lo expuesto, se puede concluir que la implementación de las metodologías ágiles no es excluyente de las metodologías tradicionales. El decir que un administrador de proyectos debe utilizar las metodologías ágiles porque son mejores que las tradicionales no es correcto, ya que ambas poseen sus ventajas y desventajas. Un gerente de proyectos puede utilizar la que mejor se acomode, de acuerdo con la naturaleza de cada proyecto, e inclusive pueden combinar su uso, como son las metodologías híbridas (Project Management Institute, 2017), para así obtener resultados de mayor calidad, supervisando los detalles, obteniendo acuerdos con los clientes y en el menor tiempo posible.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Hernández Rodríguez, J. I. (2014). Análisis y Desarrollo Web. https://books.google.com/books?id=nYDVBQAAQBAJ&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false
  • Molina Montero, B., Vite Ceballos, H. y Dávila Cuesta, J. (2018). Metodologías ágiles frente a las tradicionales en el proceso de desarrollo de software. Espirales Revista Multidisciplinaria de investigación, 2(17), 113-121. https://doi.org/10.31876/re.v2i17
  • Nee, N. Y. (2010). Metrics for agile projects: finding the right tools for the job. Paper presented at PMI® Global Congress 2010—North America, Washington, DC. Newtown Square, PA: Project Management Institute.
  • OBS Bussiness School. (s.f.). Los 8 inconvenientes de los métodos ágiles a los que deberás enfrentarte. https://obsbusiness.school/es/blog-project-management/metodologias-agiles/los-8-inconvenientes-de-los-metodos-agiles-los-que-deberas-enfrentarte
  • Project Management Institute. (2017). A Guide to the Project Management Body of Knowledge (PMBOK® Guide). (6 ed.). Pennsylvania, USA: Project Management Institute, Inc.