El pasado 3 de noviembre de 2021, el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica publicó su más reciente estudio de Opinión Pública.

El presente artículo busca ser una ayuda en la lectura de este informe de resultados, con el fin de realizar las interpretaciones correctas sobre esos datos.

Lo primero es lo primero

Antes de comenzar la lectura de cualquier investigación, es fundamental leer la ficha metodológica para ver de qué se trata. En el caso del CIEP, es un estudio telefónico, realizado por medio de selección aleatoria de números de celulares, con lo cual se anticipa la posibilidad de contactar a cerca del 97% de la población. Esta población con celular termina siendo el universo al cual se infieren los datos.

Desde la parte de distribución de la población, el estudio luce bien. Aplicando un factor de ponderación (una corrección estadística para que a cada grupo demográfico le toque el peso que debería) se puede observar que, por género, edad, escolaridad y distribución de provincias, se está frente a una muestra balanceada. Aunque esto es básico, no todas las casas encuestadoras son tan transparentes al brindarnos estos datos de comparación.

Finalmente, el estudio, en el mejor de los casos, tiene un margen de error de 3 puntos porcentuales. Esto es fundamental. Vamos a traducirlo. Ningún número en el estudio es realmente el número que viene escrito. Cada dato en ese informe es un rango (invisible) entre -3% y +3% del indicador presentado. Con un ejemplo se entiende mejor.

En el Cuadro 7 del estudio, aparece que el 69% está de acuerdo con la obligatoriedad de la vacuna. ¿Esto es exactamente así? No. La forma correcta de leerlo es que entre un 66% y un 72% de las personas están de acuerdo con la obligatoriedad de la vacuna. Tomando esto en cuenta, podremos leer algunos otros resultados.

La intención de voto

Hay muchos temas interesantes en la encuesta. Sin embargo, los reflectores se los suele llevar la intención de voto de los y las candidatas a presidente.

Acá hay un primer detalle. Vamos a citar el documento:

Para reportar las preferencias de los votantes (Voto2) se consideran aquellas personas que reportan que sí votarán (opción 1 en Voto1) y los que manifiestan estar totalmente decididos a votar o que es posible que vayan a votar (opción 2 + opción 3, en Voto3)”.

¿Cuál es el detalle? A la hora de excluir a las personas que no irán a votar y aquellas aún no decididas, están excluyendo una parte de la muestra. Esa porción de las personas entrevistadas corresponde a un 20%. La muestra original de 940 individuos se reduce a 752 personas, incrementando con ello el margen de error a 3,5%. Teniendo este nuevo margen en cuenta, vamos a ver los resultados.

El primer dato importante. Con un margen de error de cerca de 3,5 puntos porcentuales, ¿qué ha cambiado con respecto a la medición de agosto? Prácticamente nada. A excepción de una reducción (bastante natural) en el número de indecisos, todos los aumentos y reducciones que se presentaron están dentro del margen de error. Pero claro, es más interesante para los titulares hablar de repuntes y caídas, a uno que escriban: “CIEP Octubre 2021 – Todo está casi igual”.

De la misma forma, es necesario mantenernos escépticos ante candidaturas celebrando cada cambio de 1 ó 2 puntos en las encuestas, por ejemplo:

Por último, vale la pena recalcar que, con un 48% de indecisos, y solamente cuatro candidatos con intenciones de voto por encima del margen de error, aun todo está por decidirse.

De hecho, esta es una reinterpretación, un poco más acertada (pero más aburrida) del mismo gráfico del CIEP.

En conclusión

Es demasiado temprano para sacar conclusiones. Si algo aprendimos en el 2018, es que las predicciones tempranas no valen nada. También aprendimos que la intención de voto, como variable de opinión subjetiva, tiende a variar mucho en el tiempo.

Tiene mucho más valor revisar tendencias, leer las otras partes de la encuesta e ir con calma tratando de entender mejor a un electorado que es bastante complejo.