Por Shereen Bright Herra – Estudiante del Volleyball Club de ULACIT

El 2020 será un año recordado por toda la humanidad debido a la gran afectación que provocó a nivel mundial el COVID-19. Sin embargo, una de las poblaciones más afectadas han sido los adolescentes de esta generación, quienes han tenido que adaptarse a un estilo de vida un poco más privatizado debido a los confinamientos. Cabe recalcar que muchos de ellos, de la noche a la mañana, tuvieron que dejar sus colegios y sus amistades. De esa manera se generaron dificultades para poder sobrellevar el estrés, la concentración, el sedentarismo, el aburrimiento y hasta su forma de alimentarse cambio por completo.

En uno de los primeros estudios llevados a cabo en España, publicado en Frontiers in Psychology, se informa que 8 de cada 10 padres participantes percibieron cambios en sus hijos durante el confinamiento. Una mayor dependencia de los padres fue reacciones frecuentes en los adolescentes durante las primeras semanas de la pandemia. El uso de las pantallas aumentó de forma considerable, así como también el sedentarismo. Los síntomas emocionales y conductuales que los adolescentes manifestaban se relacionaron con un nivel de estrés mayor en los padres (Espada y Orgilés, 2020).

Los cambios durante y después la pandemia no solamente fueron negativos, también muchos adolescentes trabajaron para poder obtener una vida saludable y mejor bienestar. Muchos de ellos en sus tiempos libres realizaban sus ejercicios en su casa o su estilo de alimentarse es mucho mejor de cómo se alimentaban anteriormente. La gran mayoría de los adolescentes se sintieron frustrados en algún momento, pero la tecnología tuvo gran impacto en este confinamiento, ya que la comunicación con otras personas sin necesidad de estar cerca se podía tener de manera inmediata por videollamadas. Muchos de estos adolescentes vivieron momentos que marcaron sus vidas, como por ejemplo la cancelación de las graduaciones, del gimnasio y de ir al parque, entre otras actividades recreativas que hacían con normalidad anteriormente.

Sin embargo, salud y bienestar no solo hace referencia a estar físicamente bien o comer nutritivo, sino que también la parte psicológica es fundamental en los adolescentes. El 70% de las personas revela que, durante algunos días, se han sentido nerviosas, angustiadas o muy tensas, y el 55% manifiesta no haber sido capaces de dejar de preocuparse o de controlar la preocupación. Entre el 15 y el 18% ha tenido ansiedad o preocupaciones más de la mitad de los días. El 30% afirma haber tenido un ataque de pánico y el 15% dificultades para dormir durante varios días (Infocop, 2020).

El factor educación también ha tenido un impacto muy notorio en los adolescentes, ya que por muchos factores, junto con la pandemia, su nivel de aprendizaje en la escuela o en el colegio ha disminuido y han tenido que adaptarse a cosas tan diferentes a lo que estaban acostumbrados a hacer. Sin embargo, es un estilo de vida que por un periodo indefinido va a seguir formando parte de nuestras vidas.
A medida que el COVID-19 crece en América Latina y el Caribe, la gran mayoría de Ministerios de Educación progresivamente han decidido cerrar las instituciones educativas en los niveles de preescolar, primaria y secundaria. Como resultado, se estima que más de 159 millones de niños, niñas y adolescentes se han visto afectados, lo que representa más del 95 por ciento de los alumnos matriculados en la región. Además, el cierre de escuelas también supone la interrupción de otros servicios básicos importantes que son suministrados en ellas, como salud, alimentación escolar, agua, saneamiento, higiene, programas recreativos, actividades extracurriculares y apoyo psicosocial. (UNICEF, s. f.)

En conclusión, es importante que las familias trabajen en conjunto para poder sobrellevar esta problemática, y tomen a los adolescentes más en cuenta para que se sientan importantes y de esa manera no generen estrés, aburrimiento, presión psicológica, entre otros. La salud y el bienestar del ser humano es de suma importancia, ya que sentirnos bien nos genera satisfacción y hasta nos ayuda a ver la vida desde otras perspectivas. Es importante que retomemos nuestras actividades cotidianas para poder vivir nuestras como normalmente lo hacíamos. La actividad física es una más de las recomendaciones para poder liberar nuestro estrés o aburrimiento; sin embargo, hay miles de cosas por hacer para mantenernos activados y con una excelente salud y bienestar.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• Espada, J. P. y Orgilés, M. (2020, 14 diciembre). ¿Cómo ha afectado la pandemia a la salud mental de niños y adolescentes? The Conversation. https://theconversation.com/como-ha-afectado-la-pandemia-a-la-salud-mental-de-ninos-y-adolescentes-148054
• Infocop. (2020, 7 julio). Impacto psicológico del COVID-19: los jóvenes presentan más síntomas de ansiedad, depresión y trastornos somáticos. http://www.infocop.es/view_article.asp?id=8833
• UNICEF. (s. f.). COVID-19: Preparación y respuesta educativa. https://www.unicef.org/lac/la-educacion-frente-al-covid-19