Por Gema Cuarezma Espinoza – Estudiante de la carrera de Publicidad
Las circunstancias en las que se encuentra el mundo durante este año 2020 —en las que se observa una pandemia que ha afectado a todos los países en distintos ámbitos, como el social, el culturales y el económico— han cambiado el pensamiento y parecer de las personas. En el caso de nuestro país, Costa Rica, la crisis económica por la pandemia ha provocado una serie de cambios temporales en el comportamiento de los consumidores. La incógnita es ver si esos cambios van a variar de manera permanente la compra de los consumidores o, más bien, el cambio será solo durante el tiempo que dure la cuarentena. Muchas personas han comenzado a ser más racionales a la hora de adquirir un producto a causa del problema económico; sin embargo, otras se han convertido en consumistas por la desesperación que ha traído esta pandemia.
Definitivamente, esta pandemia logró cambiar el comportamiento del consumidor en muchos ámbitos. Las empresas y comercios no estaban preparados para dicho cambio, y ahora deben comenzar a tener nueva visión para seguir atrayendo a sus antiguos consumidores y también para atraer nuevos clientes. Según Hernández (2020), algunos cambios que tienen los consumidores en la actualidad son comportamientos racionales: demandas más altas de respuestas tecnológicas efectivas, consolidación de hábitos ligados al confinamiento, relevancia del cuidado personal y, en el ámbito de la salud, conciencia solidaria en cuanto al ambiente, una realización más orientada al ser que al tener.
Ahora bien, estos cambios se dan con respecto a las finanzas de cada persona o familia. En la toma de decisiones para adquirir un producto, la población empezará a ser más consciente y va a pensar más en si el producto o el servicio es requerido por una necesidad o simplemente por ansiedad.
Por otro lado, los cambios en los consumidores comenzaron antes de que la población costarricense entrara a cuarentena. Se puede notar que las personas comenzaron a ir a los supermercados para abastecerse de comida, implementos de higiene, implementos de protección contra el COVID-19, entre otros artículos relevantes. No obstante, cuando inició la cuarentena y se comenzó a restringir salidas, las empresas tuvieron que implementar nuevos recursos para que sus artículos les llegaran a sus clientes sin que tuvieran que salir de casa y con todas las medidas de precaución posibles.
Del mismo modo, las personas comenzaron a demandar nuevos artículos que antes no era común comprar; un ejemplo de ello son los artículos para hacer ejercicio. Por razones obvias, las personas, después de un tiempo, no sabían qué hacer en la casa, entonces la población de deportistas comenzó a crecer más y, por ello, la demanda de esos implementos tuvo un incremento alto. Se puede mencionar que no fue la única área en la que comenzó a producirse más demanda; esto también ocurrió en el área de cocina. Las personas comenzaron a buscar nuevos pasatiempos entonces la demanda por cocinar creció.
En conclusión, los cambios no solo se dan en los consumidores, sino también a nivel empresarial. Los negocios no pueden quedarse atrás con las nuevas demandas y los que no se adapten a las nuevas necesidades muy probablemente quiebren. Todas las personas pensaban que esta pandemia —y esta cuarentena— no iba a durar mucho tiempo; sin embargo, este nuevo estilo de vida seguirá por muchos meses más. Esto significa que habrá nuevas demandas de nuevos artículos, así como también nuevas adaptaciones para los negocios.