Por Laura María Salas Suárez – Estudiante de la carrera de Mercadeo y Medios Digitales

El reporte anual The Global State of Digital 2021, elaborado por Hootsuite y We are Social, señala que el 53,6% de la población mundial está usando redes sociales, es decir, 4.2 mil millones de personas (Galeano, 2021). A raíz de la aparición del covid-19, las redes sociales se convirtieron en los entornos de comunicación más utilizados por las personas en la mayoría de áreas, incluido el marketing educativo. La necesidad de interactuar, informar, entretener y vender fueron el incentivo para que tanto las empresas como las instituciones universitarias promovieran en redes sociales contenido adaptado a la demanda de los consumidores en busca de conocimiento y herramientas de aprendizaje. Bajo este panorama digital, se ha logrado comunicar que la educación virtual representa una forma de mantener el estilo de vida al que las personas estaban acostumbradas.

Por consiguiente, la modalidad de enseñanza ha tenido que adaptarse a los cambios del contexto para optimizar su proceso educativo, del cual dependen sus estrategias de marketing. Pero, ¿cuál es la mejor manera de comercializar la educación virtual universitaria? La respuesta es a través del marketing educativo. Eduardo Juárez (2018), profesional en el sector educativo y el mercado latinoamericano, expresa que “es un conjunto de estrategias que nos permite establecer credibilidad y confianza entre los clientes y las instituciones educativas y que generan un valor para ambas partes”. Uno de sus grandes beneficios es que, al aplicarlo en redes sociales, el alcance puede ser aún mayor y, con ello, obtener potenciales clientes.

Este enfoque ha evidenciado que las redes sociales como Instagram y Facebook son los nuevos mercados para el marketing educativo, dirigido a los millennials y centennials, generaciones conectadas con el mundo digital, tanto en su vida personal como profesional (Higuerey, 2020). En pocas palabras, tener contacto con los canales que estos utilizan es estar en su misma sintonía digital. Dicho lo anterior, estos espacios pueden incrementar las oportunidades y el posicionamiento en el mercado, como complemento de una gestión administrativa empresarial eficiente, pues su principal objetivo está inmerso en la captación de estudiantes y su fidelización hacia la institución.

En esencia, establecer pautas en el Marketing educativo facilitará la efectividad de los resultados, los cuales, según expertos en marketing de educación superior de American Marketing Association (2020), proceden de estrategias que aseguren una experiencia de aprendizaje positiva como webinars, contenido interactivo, sitios web centrados en la admisión, atención a la analítica, experiencia del consumidor de alto contacto y branding integrado. No obstante, existen ciertos riesgos vinculados a la virtualidad, entre ellos la relación entre privacidad y seguridad de los datos personales de los usuarios, la brecha digital entre diferentes áreas de un mismo país y, por ende, la accesibilidad a conexión a internet para usar redes sociales o ingresar a clases en línea.

Para finalizar, el marketing educativo no solo contribuye en el beneficio progresivo de la educación superior, sino también en el análisis de las decisiones que motivan a los consumidores a seleccionar una institución educativa en particular como parte de su proceso de compra. Así pues, para nadie es un secreto que la satisfacción del alumno refleja el balance entre sus expectativas y su realidad con respecto a las unidades de aprendizaje académico y servicio administrativo. Es un hecho que las condiciones producidas por el covid-19 y la tecnología han incentivado la finalidad de las redes sociales como una herramienta de utilidad, consideradas actualmente escenarios de intercambio de bienes y servicios, e interacción social. Ahora bien, a partir de estas posibilidades, el marketing educativo ha forjado la oportunidad para repensar el valor pedagógico de los recursos virtuales en función de proyectar el conocimiento, las relaciones interpersonales y el contacto humano. Entonces, ¿están las empresas preparadas para vincular estrategias integrales en sus canales de venta? Cuanto más se emplen estrategias diferenciadoras y orientadas en el aprendizaje independiente del estudiante, más exitosas serán sus campañas.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • American Marketing Association. (2020). 2020 Higher Ed Marketing Trends Roundup. https://www.ama.org/2020/01/14/2020-higher-ed-marketing-trends-roundup/
  • Galeano, S. (2021). Cuáles son las redes sociales con más usuarios del mundo. https://marketing4ecommerce.net/cuales-redes-sociales-con-mas-usuarios-mundo-ranking/
  • Higuerey, E. (2020). 6 tendencias del Marketing Educativo para el 2020 y qué indicaciones aportan. https://rockcontent.com/es/blog/tendencias-de-marketing-educativo/
  • Juárez, E. (2018). ¿Qué es el Marketing Educativo? https://revistaeducadigital.com/lorem-ipsum/