Muchos pasaremos nuestro primer día de la madre sin la nuestra. Sé que van a ser muchos más que en otros años debido a tan desafortunada pandemia.

Cuando recibí la llamada de mi hermana acerca de la muerte de mi madre estaba a tres días de terminar la cuarentena por el COVID-19. Todavía escucho en la mente mi grito ensordecedor. Todavía tengo marcas de los golpes que di y las cosas que quebré. Es persistente el dolor entre las costillas. Ese día se me rompió el corazón. Yo lo sentí. Hizo un ruido como cuando retorcemos ramitas entre las manos. Y no me he podido recuperar.

Es triste estar en el funeral de una madre, pero es aún peor verlo a través de un celular. No podía estar allí porque como antes expliqué, aún regía mi orden sanitaria. Las lágrimas apenas me dejaban enfocar el cuadrito de luz donde se proyectaba el evento más estremecedor de mi vida.

Quiero compartir un poco acerca de Tere. Cuando mi mamita ganó el concurso de belleza en la escuela, el director anunció, 'Nuestra reina, Teresita Primera'. Esos fueron los primeros pasos en el reinado que mi madre llamó vida.

Con los años ella no solo iba a ser 'Teresita Primera', si no, 'Teresita Única'. A ella le gustaba que le dijeran solo 'Tere'. Sin embargo, muchos le llamaban 'madre.' Eso sí, solo nosotras dos le decíamos 'mamita'. Ese título era solo para uso exclusivo de sus hijas. Luego, llegó su título favorito en todo el multiverso, 'Abu'... 'Abu Primera y Única.'

Mi mamita era bellísima por dentro y por fuera, creativa, amiguera, enojona... ¡Enojonsísima! ¡Tenía una sazón! Era sabia y encantadora. Sus cejitas paradas sosegaban hasta al más rebelde. Su personalidad era magnética y tenía una hermosa sonrisa y ojos celeste cielo-- un ojito más nublado que el otro. Siempre olía riquísimo. Abrazaba como ninguna. Madre en toda la extensión del amor. Ella era cabezona y testaruda, pero, sobre todo, valiente.

Su fuego brilló ardiente hasta el último segundo. Cuando lo hizo, cuando cerró sus ojos de cielo condensado, fue en la más absoluta paz. Durmiendo se fue... como la reina que es y que siempre será.

Para cada uno su mamá es la mejor. Para mí, 'Tere Primera y Única' es un fenómeno hermoso e incomparable que no se ve a menudo. Que no se volverá a ver. Como toda estrella, a pesar de sus años luz de distancia, su brillo seguirá alcanzando nuestro plano y tintineará por mucho, mucho tiempo más. Gracias mi amor por ser mi Primera, mi Única y ahora mi Eterna.

A todos los que pasaremos nuestro primer día de la madre solos, no nos sintamos mal por sentirnos mal. No es falta de fe o esperanza. No es ser malagradecidos. Es simplemente que el mundo se nos puso un grado más oscuro.

Es mi deseo que tengamos un poco de consuelo y que todo tipo de recuerdos bellos llenen los minutos de ese primer día de ‘celebración' con nuestra madre a eones de distancia. Sea cual sea nuestra creencia, pienso en la muerte como un lacónico momento. John Donne una vez escribió, “Después de un breve sueño, despertaremos eternamente y la Muerte ya no existirá; Muerte, tú morirás.” Ese breve espacio, una coma, entre no existir y la trascendencia, es la muerte. Algunos piensan en el cielo de las escrituras, otros en una nueva vida, otros en las estrellas… Cada quien interpreta según su visión lo desconocido. Yo creo que después de ese respiro doloroso, hasta la misma muerte muere en los corazones de quienes amamos y en las acciones que dejaron quienes partieron. Esa es parte de la esperanza que me ayuda a seguir a pesar de que no ha dejado de doler ni un solo día.

Si tienen a alguien especial en su vida quien perdió a su madre recientemente, no es tiempo de sermones y discursos acerca de la celebración de la vida. Es tiempo de estar cerca, de escuchar, de tratar de comprender. Cada uno llevamos el duelo de manera particular e individual. Respetar los sentimientos en esta fecha y demostrar amor y comprensión es vital. Si no se sabe que decir, es mejor solo estar sin decir nada.

Desearía haber meditado más antes de encontrar palabras para describir lo perdido. Pero creo que la sencillez de mi mensaje alcanzará a alguien quien sufre la ansiedad de esta primera de muchas fechas importantes. Esta soy yo, sentándome a su lado diciendo, ‘lo entiendo’.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.