Por Pamela Quesada Navarro – Estudiante de Ingeniería Química

Hoy en día el mundo está enfrentando dos problemas: el área energética, que son la disminución de las reservas petroleras y la contaminación causada por la quema de los combustibles fósiles. Ahora, los científicos y políticos están tomando decisiones de pasarse al área de los biocombustibles como alternativas de combustibles nuevos sin causar alteraciones graves a ecosistemas y la raza humana. Por muchas décadas los combustibles fósiles han sido la principal fuente energética. También el principal motor de la economía mundial. Por otro lado, no se han descubierto nuevos yacimientos petroleros de gran importancia o impacto en la producción mundial.

La ingeniería genética con microalgas está por llegar a una etapa de auge como una técnica nueva para la obtención de biocombustibles que no sean dañinos para el medio ambiente (Libreros y Mendieta, 2017). El uso de microalgas para la producción de biodiesel ha surgido como una opción promisoria, debido a que presentan mayor eficiencia fotosintética, son más eficaces en la asimilación de CO2 y otros nutrientes con respecto a las plantas, acumulan entre 20% y 80% de triglicéridos (Chisti, 2011), no requieren tierras cultivables, demandan menor consumo de agua renovable y pueden cultivarse en agua salobre (Amaro, 2011)).

Para obtener un amplio espectro de productos con las algas son procesadas de diferentes maneras. Los científicos y los empresarios han buscados nuevas alternativas para la generación de biocombustibles con materias primas, las cuales son cada vez mayor interés en cuidar el planeta y que sea rentable. Con esta tecnología se ha probado que las algas pueden llegar a ser el futuro del biodiesel por su alto contenido en aceites y su rápido crecimiento.

Este nuevo método de biocombustible que implica la utilización de las microalgas en la producción de biocombustibles en vez de los obtenidos a partir de cultivos para consumo alimenticio tiene muchas ventajas. Tiene la ventaja de producir una enorme cantidad por unidad de área. A diferencia de otros cultivos oleaginosos, las algas crecen rápidamente y, muchas de ellas, son increíblemente ricas en lípidos (niveles de aceite de entre el 20 % y el 50 % son bastante comunes). No es un recurso alimentario. Usar algas como materia prima para biocombustibles no compromete la producción de alimento y otros productos derivados de cultivos terrestres.

Otra ventaja es que usan tierras no productivas. A diferencia de los cultivos energéticos, las cosechas de algas no compiten con terrenos para producción alimentaria. El agua utilizada para el cultivo de algas puede incluir aguas residuales y aguas salobres no potables que no pueden ser utilizadas ni para agricultura convencional ni para uso doméstico. Por otro lado, este método mitiga la liberación de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Las algas tienen un potencial enorme para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante el uso de corrientes de gases ricas en CO2 procedentes de centrales térmicas y de operaciones de recuperación de gas natural.

En conclusión, aunque este método tenga tan positivas ventajas está un poco lejos de poderse aplicar ya que es un biocombustible de nueva generación. Todavía faltan estudios para satisfacer las necesidades de toda la población en el mundo. Otro problema es que la cantidad que debe producirse para abastecer a todo el planeta en tan poco tiempo es enorme. En mi opinión, este biocombustible va a ser el petróleo del futuro, por sus excelentes condiciones para producirse en cualquier ambiente, lo que le permite ser muy flexible como nueva tecnología. Además, no destruye hábitats ni contamina.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Amaro, H. M. (2011) Advances and perspectives in using microalgae to produce biodiesel.Applied Energy.
  • Chisti, Y. (2011). Biodiesel from microalgae beats bioethanol. Trends in Biotechnology.
  • Libreros, M. y Mendieta, I. (2017). Uso de algas para obtener biocombustible y bioenergía con base en biotecnología marina. https://icuap.buap.mx/sites/default/files/revista/2017/01/algas.pdf