Por Michel Ruiz Carrera – Estudiante de la carrera de Ingeniería en Seguridad Laboral
En la actualidad, la construcción de un clima laboral óptimo juega un papel importante en el desarrollo individual de cada colaborador, por lo que cuidar y resguardar la salud de estos trabajadores asegura una adecuada gestión y protección en las diferentes industrias, con lo cual se logra evitar aspectos referentes a la accidentabilidad. Además, la prevención de riesgos laborales, hoy día, se ha convertido en una herramienta indispensable, la cual debe establecerse en toda área industrial debido a que su primordial objetivo busca garantizar que cada una de las labores, que estén siendo subdesarrolladas interna y externamente por un grupo de colaboradores, mantengan un margen de confianza y eficiencia en cada una de ellas. Es importante mencionar que los accidentes de trabajo muchas veces surgen a raíz de los actos y condiciones inseguras que se presentan tanto a nivel de trabajador como empresarial, ya sea por negligencia, por escaso mantenimiento, déficit en capacitaciones, e inclusive por incumplimientos de la normativa legal. En el presente artículo nos centraremos esencialmente en la investigación e indagación de las principales causalidades de los accidentes que son proyectados por agentes eléctricos.
CEUPE (2021) afirma que los riesgos eléctricos son proporcionados por el contacto del cuerpo humano junto con una descarga eléctrica, el cual puede ser de modo directo, es decir, se produce cuando una persona mantiene contacto con elementos activos de los materiales y equipos, como los conductores y equipos en tensión. Por su parte, el indirecto es característico dado a que posee contacto con masas que están puestas accidentalmente en tensión, es decir, cuando una persona entra en contacto con algún componente que no forma parte del circuito.
Según la norma NFPA 70E Manual de Seguridad Eléctrica (NFPA 70E, 2009), a nivel laboral el riesgo de sufrir un accidente eléctrico es cada vez más alto, dado que la mayoría de estas áreas de trabajo están contempladas por máquinas, herramientas de origen eléctrico y otros materiales. Esto proyecta un ambiente con mucha productividad o que estos se encuentren en condiciones no aptas. Por consiguiente, las empresas que laboran internamente en áreas de producción representan cierto porcentaje de exposición y peligros a sus colaboradores en determinadas ocasiones, lo cual tiende a convertirse en condiciones y actos inseguros.
Cabe destacar que las condiciones inseguras predominan principalmente por la carencia de controles administrativos e ingenieriles, máxime en la falta de mantención de equipos y sistemas eléctricos, suministro de equipo de protección, uniones defectuosas de conductores, enchufes deteriorados, conexiones fraudulentas, entre otros aspectos que podrían atentar contra la vida del operario. A raíz de las condiciones mencionadas anteriormente surgen también los actos inseguros que son ejercidos por parte del trabajador en lo que respecta a riesgos eléctricos, tales como realizar actos temerarios con circuitos energizados, no utilizar los equipos de protección correspondientes, laborar sin experiencia o falta de conocimientos y, en el peor de los casos, usar equipos y sistemas eléctricos deteriorados (Manual de Riesgos Eléctricos, 2019).
Generalmente, el peligro de una descarga eléctrica depende de estos elementos: la intensidad que califica a la corriente que se pasa a través del cuerpo, la duración de esta y la trayectoria de descarga de corriente que pasa a través del cuerpo. Por ello, podemos mencionar que una persona al recibir una descarga eléctrica, esta propenso de sufrir lesiones e incluso la muerte. Las quemaduras térmicas por contacto con corriente eléctrica es una de las lesiones más comunes, la destrucción de músculos y nervios por corriente que atraviesen el cuerpo e incluso paro cardiaco por el efecto eléctrico sobre el corazón. (Medline Plus, 2021)
Finalmente, es fundamental que los centros de trabajo logren determinar herramientas o fuentes que cumplan con los estándares de calidad, y todo lo referente a la integridad de normas legales para la prevención y protección de los colaboradores. Establecer la respectiva implantación para la prevención de riesgos requiere de una base inicial de aspectos; inicialmente indagar en la evaluación de riesgos presentes en el trabajo, instaurar medidas de prevención y, por último, darle seguimiento al proceso generado.