Por Giancarlo Morice – Estudiante de la Especialización de Ingeniería en Sonido
No es casualidad que los festivales de música más famosos del mundo, como Coachella, Tomorrowland, entre otros, se realicen en épocas del año donde la temperatura es más alta. Según la teoría esto tiene una razón de ser y es que la música (que es energía) se trasmite a mayor velocidad cuando la temperatura del aire es mayor (Ramón, 2015, párr. 2). Esto permite que las configuraciones de sincronía y ecualización sean más precisas y haya un mejor resultado de sonido para estos escenarios.
Además de ser un buen conductor del sonido, la temperatura entre los 21 °C y 26°C resulta más agradable u óptima para el ser humano (Hernanz, 2015, párr. 7). Esto no solo es importante, sino que es factor psicológico crucial en el ánimo del público del evento. Que las personas asistentes estén cómodas para disfrutar del sonido que ofrece el espectáculo es casi tan importante como la calidad del sonido en sí. Las temperaturas muy altas por otro lado (por encima de los 40°C) son un enemigo para los eventos musicales, pues el manejo de las configuraciones de sonido se puede volver muy volátiles, además de que a estas temperaturas el público no se sentiría muy cómodo y el efecto psicológico podría jugar un papel muy pesado en el disfrute de los espectadores del evento.
Como la calidad del sonido de un evento no es todo, sino que es parte del todo de la organización del evento, una temperatura agradable (como las que mencionamos anteriormente) permite la incorporación de elementos atractivos para el público como decoración, gastronomía e incluso hidratación. Por lo tanto, es posible ofrecer una gama más amplia y atractiva a las personas que asisten a un evento que es organizado en un ambiente agradable a uno que se organice en un ambiente que sea muy frío, por ejemplo.
Como punto central de cómo la calidad del sonido se ve afectada por la temperatura, podemos concluir que además de ser un hecho científico que el sonido viaja más rápido en altas temperaturas, también es cierto que los eventos musicales en general fluyen mejor en temperaturas cálidas, ya que la vibra de los asistentes es el acompañante perfecto de una buena configuración de escenario y el perfecto acompañante de un producto exitoso.