Desde la promulgación de la llamada Ley de Relaciones Impropias, en enero del 2017, las denuncias por relaciones entre personas adultas y personas menores de edad se han duplicado, pasando de cerca de 2000 en el 2016 a más de 4000 en los tres años siguientes.
Así lo indicó la fiscala adjunta de Género, Gabriela Alfaro Zúñiga, en la edición del programa FrecuenciaMP que el Ministerio Público realizó el pasado lunes.
Durante el programa, Alfaro hizo un llamado de atención para que las personas denuncien este tipo de delitos:
Se trata de una relación entre una persona adulta y una persona menor de edad en un plano de desigualdad y de poder, puesto que, cuando hablamos de la existencia de una relación y del reconocimiento de esta, deberían ambas partes encontrarse en condición de igualdad. No obstante, al ocurrir en un plano de lesión de los derechos de la víctima, se califica como una relación inadecuada".
La ley N° 9406, Fortalecimiento de la protección legal de las niñas y las adolescentes mujeres ante situaciones de violencia de género asociadas a relaciones abusivas, reforma Código Penal, Código Familia, Ley Orgánica TSE y Registro Civil, y Código Civil, establece como delito cualquier relación sexual que una persona mayor sostenga con un menor de edad, cuando la segunda sea cinco años o más, menor a la primera.
Así, la ley sanciona con una pena de tres a seis años de prisión a quien tenga una relación con una víctima mayor de 13 años y menor de 15; y de dos a tres años cuando el rango de edad de la persona ofendida esté entre los 15 años y los 17 años.
Esta pena podría aumentar de cuatro hasta 10 años de cárcel cuando ocurran agravantes tales como la existencia de una relación de confianza, una relación de parentesco, sea de consanguinidad o de afinidad, o bien, cuando exista una posición de autoridad entre las partes.
Según la fiscala:
Existen parámetros sociales que han venido a normalizar este tipo de conductas, por eso no podemos hablar de un cambio de paradigma tajante con la promulgación de la Ley, pero sí de una posibilidad de información para que las personas sepan que esta conducta es delito, pero además que comprendan que esta situación es inadecuada para las personas menores de edad, porque lesiona su desarrollo normal, emocional, sexual y psicológico”.
Menores como víctimas
La fiscala Alfaro agregó que, comúnmente, en estos casos la persona ofendida no se reconoce como víctima, por lo que hizo un llamado a educar a la población sobre la situación en la que se encuentran las personas menores.
Están pensando en un amor romántico que idealizaron desde que eran personas de escasa edad o porque reciben ventajas a nivel económico durante el tiempo en que se desarrolla la relación, pero luego inicia una etapa de sometimiento”, detalló.
De esta manera, la especialista fue enfática en señalar que la existencia de estas relaciones de desigualdad termina por afectar el desarrollo normal de la víctima menor de edad. Por eso agregó que:
Es probable que esta persona ya no pueda desarrollarse a nivel académico como lo hubiera hecho si no tuviera ese tipo de relación inadecuada, o puede ocurrir un embarazo temprano. De esa forma se ven afectados procesos que tenían una secuencia lógica en su vida y puede ser que se alteren, que se transformen o que se impongan para que esta persona menor de edad vea frustrado este desarrollo normal al cual tenía derecho”.