El Ministerio de Salud aprobó el día de ayer el lineamiento requerido para permitir la aplicación masiva de pruebas de antígeno (las que detectan ciertas proteínas del virus SARS-CoV-2 en el organismo) para la detección rápida de la COVID-19 en centros de trabajo privados.

Así lo confirmó en la conferencia de prensa el presidente, Carlos Alvarado Quesada, quien anunció la decisión del Ministerio de Salud, y aseguró que "con el testeo masivo y con estas acciones de contención lo que procuramos es reducir los niveles de contagio y retrasamos la etapa de hospitalización".

Según señaló el ministro de Salud, Daniel Salas Peraza, la decisión se tomó tomando en consideración “las características de estas pruebas que tienen que tener ciertas características que nos digan que son pruebas buenas y que permiten captar los casos verdaderamente positivos”.

De acuerdo con el ministro, se espera que los centros de trabajo pueden llevar un mejor control de los casos positivos asintomáticos en los centros de trabajo, y se pueda dar una detección temprana que ayude a prevenir la propagación del virus.

Dato D+: Según los lineamientos publicados por el Ministerio de Salud, las pruebas de antígenos no pueden ser utilizadas para descartar casos sospechosos de COVID-19.

Adicionalmente, Salas informó que a partir de ahora, cualquier persona podrá realizarse una prueba de antígeno (no como antes que solo se podía hacer para salir del país) siempre y cuando no tenga algún síntoma, y recordó que las personas que sí presenten algún síntoma deben realizarse la prueba PCR.

El presidente de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Román Macaya Hayes, afirmó que con esta medida, y con el cambio en la definición de "caso sospechoso", se estima que la demanda de laboratorios de la institución para procesar pruebas se triplicará.

El ministro Salas afirmó que, por ahora, el promedio de positividad en las pruebas de COVID-19 está rondando el 40%. Eso quiere decir que por cada 100 personas testeadas, 40 están dando positivo en la prueba de coronavirus, cuando el recomendado máximo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 5 de cada 100.