El país se encuentra en una situación donde contamos con muchas oportunidades para desarrollar nuevos mercados y ser consecuentes con las banderas país que promulgamos.
Y en esta línea quiero hablar sobre bonos temáticos, los cuales son el futuro y el presente que necesitamos empezar a impulsar en Costa Rica.
Actualmente en la corriente legislativa discutimos el expediente 22.160, “Ley para potenciar el financiamiento e inversión para el desarrollo sostenible mediante el uso de valores de oferta pública temáticos”, comúnmente conocido como “bonos verdes, sociales y sostenibles”.
Pero, ¿qué son? Bueno, estos bonos verdes operan como cualquier otro bono, es decir, son un título de deuda, la única diferencia radica en que los bonos verdes están destinados a financiar actividades o proyectos relacionados con beneficios medioambientales, los bonos sociales tienen como finalidad un financiamiento exclusivo de proyectos con un impacto social positivo, especialmente en grupos vulnerables y los bonos sostenibles una fusión de ambos.
Hablar de esto es hablar proyectos o actividades como recuperación de agua, rellenos sanitarios, reciclaje, agricultura sostenible, edificación sostenible, almacenamiento de energía, calefacción urbana, redes eléctricas inteligentes, equipo e instalaciones para reducir el uso de energía y emisiones contaminantes, que podrían ser financiados.
Pero, también proyectos como construcción, operación y mantenimiento de proyectos solares, eólicos, geotérmicos, mareomotrices e hidroeléctricos. Y proyectos de transmisión para energía renovable, por tan solo mencionar algunos.
Podríamos también generar rehabilitación de plantas de energía y transmisión para reducir emisiones de gases de efecto invernadero o hablar de proyectos para la automatización, flexibilidad y digitalización del sistema eléctrico, así como producción de equipos para generación de energía renovable y eficiencia energética.
Y además nos permite soñar con tener transporte limpio: planes ferroviarios, incluyendo construcción, compra de equipos y mejoras tecnológicas o proyectos de movilidad con motores eléctricos, incluyendo estaciones de servicios para vehículos eléctricos o cero emisiones.
Además, hablemos del impacto social dando acceso a servicios de primera necesidad: sanidad, educación, servicios financieros, vivienda asequible mediante estos bonos.
Como podemos ver, los fondos de estos bonos están destinados a generar un gran impacto y muchas oportunidades para acciones, obras y proyectos necesarios para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenibles, el plan nacional de descarbonización, así como la política nacional de adaptación al cambio climático y la política nacional de producción y consumo sostenible.
Actualmente la Bolsa Nacional de Valores emite bonos verdes, sin embargo, con la aprobación del expediente 22.160, los bonos temáticos podrán ser emitidos por el Ministerio de Hacienda, bancos multilaterales, entidades del Sistema Bancario Nacional, todo tipo de entidades gubernamentales sean éstas de la Administración central o descentralizada, empresas privadas, vehículos legales de propósitos especiales como fideicomisos o fondos de inversión, siempre y cuando cumplan con la Ley Reguladora del Mercado de Valores No. 7732 y su normativa relacionada, lo que permitiría un mayor financiamento y alcance.
Todo esto se da en el marco donde los mercados de capitales de distintos países están canalizando gran cantidad de recursos para financiar proyectos, actividades y obras que le permitirían a Costa Rica avanzar hacia el tan deseado desarrollo económico y el cual además sea inclusivo e integral.
La implementación de este tipo de instrumentos financieros es consecuente con los compromisos adquiridos por nuestro país al ser parte del Acuerdo de Paris, el cual compromete a los países parte a realizar determinadas contribuciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como transformación económica y social para combatir el desafío del cambio climático.
Para nosotros el mayor limitante poder cumplir con la reducción de la huella de carbono es la falta de recursos, de ahí que resulte fundamental aprobar la iniciativa de ley 22.160, la cual permitiría al Estado costarricense tener una economía moderna, verde, responsable con el ambiente y con la sociedad.
Sin duda, un proyecto de ley que requiere atención y expedita aprobación e implementación para dar pasos gigantes hacia la Costa Rica que buscamos heredar a las nuevas generaciones.
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