Por Milton Delgado - Estudiante de la carrera de Ingeniería Informática

¿Alguna vez se ha preguntado usted cuánto pesa la torre Eiffel? Ese gran monumento y orgullo de la ciudad de París, edificada para la exposición universal de 1889, tiene un peso total de 10100 toneladas, que aproximadamente equivaldría a poner juntos a poco más de 180 elefantes, con un peso promedio de 6 toneladas cada uno. Pero ¿a qué viene esta pregunta tan poco relacionada con desechos tecnológicos? Permítame y me explico. Según el informe Global E-Waste Monitor (Forti, 2020), la humanidad produjo unos 53,6 millones de toneladas de desechos electrónicos solo en el 2019. Esa cantidad equivale a 5247 veces el peso de la torre Eiffel, un dato escalofriante.
Sabiendo esto, tenemos claro que el manejo de desechos electrónicos es un problema de escala legendaria, con un fuerte impacto en nuestro medio ambiente. De acuerdo con los resultados del estudio antes mencionado, solo el 17,4 % de los desechos producidos en el 2019 fue reciclado, ni siquiera 10 millones de toneladas fueron procesadas. Los desechos electrónicos tienen componentes altamente contaminantes; en primer lugar está el plástico, que contamina los ríos y mares a nivel mundial y, en segundo lugar, los componentes mismos de tarjetas, cableado y circuitos electrónicos, que contienen fósforo, cadmio, bromo, mercurio y níquel, entre otros metales (Fundación AQUAE, 2020).

Ante este panorama, ¿qué está haciendo el mundo para mejorar el manejo de los desechos electrónicos? A nivel latinoamericano existen diversas iniciativas, como el Reciclatrón en México, que consiste en jornadas de recolección de desechos para su posterior manejo adecuado. Lo que se hace es separar los componentes de los residuos, que luego son reutilizados para construir carcasas de nuevos dispositivos, conductores eléctricos, materia prima de aluminio y materiales de construcción, entre otros (SEDEMA, 2020). Otra iniciativa interesante es E- Basura, proyecto liderado por estudiantes y profesores de la Universidad Nacional de la Plata, Argentina, y que tiene como fin reacondicionar computadoras, que posteriormente son donadas a sectores desfavorecidos y vulnerables. Con esto, se evita el desperdicio de componentes y se promueve la educación.

En otras latitudes, por ejemplo, en Europa, se establecerá a partir de 2021 el “derecho a reparar”, decreto que obligará a la reparación de equipo de iluminación, refrigeradoras, lavavajillas y lavadoras por un periodo de hasta 10 años posterior a la compra. Además, se promoverá la disponibilidad de repuestos para dichos artículos (Harrabin, 2019). Otra iniciativa prometedora es la de Fairphone, una empresa creada en Holanda en el 2013, cuya finalidad es desarrollar smartphones con un mínimo de impacto ambiental. Los principios de Fairphone son el reciclar materiales para elaborar sus componentes, evitar el uso de materiales conflictivos (oro, tungsteno, tántalo) y crear modelos de smartphones modulares, para que sean fácilmente actualizados y que puedan ser reparados por los mismos dueños, sin necesitar conocimientos técnicos.

Los anteriores ejemplos son prueba de que la humanidad está progresando con iniciativas y modelos sostenibles; sin embargo, falta mucho por hacer, y falta consciencia ciudadana para magnificar la problemática desde una perspectiva que promueva el reciclaje. En Europa se da un incentivo económico a quienes llevan componentes para reciclaje, y en nuestro país tenemos los eco créditos para aquellas personas que reciclan, pero no es suficiente. Lo ideal sería una robusta política mundial, que sea acatada por los gobiernos, para asegurar el cumplimiento de esta; así como por fabricantes, que adopten prácticas responsables y sigan modelos eco amigables, como Fairphone. Luego de hacer esta lectura, espero que piense dos veces antes de desechar sus artefactos electrónicos. Contribuya, recicle y ¡promueva las prácticas ecoamigables!

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• Forti, V., Baldé, C.P., Kuehr, R., Garam, B. (2020). The Global E-waste Monitor 2020. http://ewastemonitor.info/
• Fundación AQUAE. (2020). Residuos electrónicos: qué son y qué hacer con ellos. https://www.fundacionaquae.org/residuos- electronicos-que-son-y-que-hacer-con-ellos/
• Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México. (2020). Reciclatrón, jornada de acopio de desechos electrónicos. Recuperado de: http://data.sedema.cdmx.gob.mx/reciclatron/index.html#.X6rVsGhKgdV
• Harrabin, Roger. (2019). EU brings in 'right to repair' rules for appliances. Recuperado de: https://www.bbc.com/news/business- 49884827#:~:text=Household%20appliances%20will%20become%20easier, for%20up%20to%2010%20years.
• Fairphone. (2020). Fairphone, acerca de nosotros. Recuperado de: https://www.fairphone.com/es/acerca-de-nosotros/acerca-de- nosotros/?ref=footer
• Quiñones, Laura. (2019). Los desechos electrónicos, una oportunidad de oro para el trabajo decente. Recuperado de: https://news.un.org/es/story/2019/04/1455621