Por Beleny Chaves Martínez – Estudiante de la Licenciatura en Psicología

Entornos como las crisis y el confinamiento aumentan los factores de riesgo que desencadenan la violencia contra las mujeres. Factores como el aislamiento, el exceso de control y el estrés que genera la pandemia facilitan un contexto intrafamiliar más violento y limitan la oportunidad de denuncia. En Costa Rica las llamadas al 9-1-1 por motivo de violencia familiar y sexual aumentaron hasta un 15% este año. Estamos enfrentando dos pandemias, una de ellas quizá por ser la más silenciosa sea, además, la más peligrosa. Como sociedad tenemos la corresponsabilidad de cuidarnos mutuamente y de prevenir la propagación de ambas.

La violencia tiene múltiples manifestaciones como la patrimonial, la psicológica, la simbólica, la sexual y, la más conocida, la física. Podría considerarse que “violencia es violencia”, sin embargo, cuando hablamos de violencia contra las mujeres existen tres componentes que la diferencian: 1) el estructural, relacionado con una cultura y organización social construida por estereotipos basados en roles de género; 2) el control, el objetivo del agresor no es el daño sino la dominancia y sometimiento de la mujer; 3) el aislamiento, se separa a la mujer de sus redes de apoyo (familia, vecindad y amistades) con el propósito de perpetuar el control de forma impune (Llorente, 2020). En este sentido, la violencia en el contexto actual podría incrementarse en frecuencia y gravedad, o aparecer cuando antes no existía.

Según datos de Naciones Unidas (ONU) menos del 40% de las mujeres que sufren violencia buscan ayuda en sus círculos cercanos o poden la denuncia, esto se agrava cuando las víctimas son vigiladas permanentemente (INAMU, 2017). Por esta razón, las redes de apoyo resultan fundamentales en los procesos de identificación, prevención y denuncia, así como en el acompañamiento emocional de las víctimas. Ningún caso debe ser ignorado ni minimizado. Si usted conoce a una persona víctima de violencia ayúdele con las siguientes prácticas: escúchela sin juzgarla, busque espacios privados y seguros para interactuar, establezca horarios y acuerden una palabra secreta para pedir ayuda o usen una señal visual en caso de video-llamada, aliéntela a continuar vínculos con sus seres queridos, ofrézcale su apoyo, ya sea específico o consultándole cómo le puede ayudar mejor, ayúdela a crear un plan de seguridad, recomiéndele buscar ayuda institucional a través del 9-1-1, el INAMU o la Fuerza Pública y, sobre todo, aunque ella no acceda a las recomendaciones, déjele saber que está ahí para ella.

Salir del ciclo de violencia no es tan sencillo, influyen múltiples factores en quienes reciben la agresión, por ejemplo, no siempre se reconocen como víctima (negación), sienten vergüenza, tienen miedo de provocar a su agresor, mantienen creencias arraigadas como que su pareja cambiará o que ellas merecen ese trato, sufren de desesperanza aprendida y, en la mayoría de los casos, se sienten solas y no piden ayuda. Como sociedad tenemos una deuda muy grande con las mujeres víctimas y sobrevivientes, está en nuestras manos sensibilizarnos sobre este tema, alejarnos del prejuicio, y apoyarlas, acompañarlas y motivarlas hasta que se sientan lo suficientemente seguras para exigir justicia y comenzar su proceso de sanación.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • INAMU. (2017). Política Nacional para la Atención y Prevención contra la Violencia hacia las Mujeres de Todas las Edades 2017-2032. San José, C.R.: INAMU.
  • Llorente Acosta, M. (2020). Violencia de género en tiempos de pandemia y confinamiento. Revista Española de Medicina Legal, 46, 139-145.