En colaboración con:
Colaboración con agencia

Los propósitos y metas de año nuevo son maravillosos, pero pueden ser frustrantes si no trabajamos también en nuestros patrones de emoción-pensamiento y conducta.

Imaginá que tu mente es como un jardín. Durante años, has plantado semillas que han sido coherentes con lo que necesitabas en cada etapa de tu vida. Algunas se han convertido en árboles robustos que te brindan sombra y frutos, mientras que otras, aunque alguna vez fueron útiles, hoy parecen malezas que ocupan espacio y te limitan.

Estas últimas no están ahí por error; surgieron para protegerte o ayudarte a lidiar con situaciones difíciles. Sin embargo, puede que ya no las necesités. ¿Qué pasaría si te dijera que podés reconfigurar este jardín para que refleje quién sos ahora y hacia dónde querés ir? Este proceso comienza con un concepto fascinante: hackear tu mente.

Quiero compartirte un par de historias.

El Concepto de hackear la mente

Mariana siempre había creído que era "mala con los números". Esa creencia surgió en su niñez, cuando no entendía las matemáticas tan rápido como sus compañeros. En aquel momento, esa idea la protegió de sentirse abrumada o inadecuada, permitiéndole enfocarse en otras áreas en las que brillaba. Sin embargo, con el tiempo, este pensamiento se quedó atascado como un patrón, limitándola. En nuestra primera sesión de consulta trabajamos en estos patrones “Tu cerebro puede cambiar”.

Hackear la mente significa utilizar estrategias intencionales para transformar esos patrones que ya no te sirven en nuevos caminos mentales que reflejen tus objetivos actuales. Este proceso se basa en la neuroplasticidad: la capacidad del cerebro para reorganizarse, formar nuevas conexiones neuronales y adaptarse, incluso en la adultez[1].  Marian Rojas Estapé[2], en su libro Recupera tu mente, describe cómo las emociones y creencias que alguna vez fueron adaptativas pueden transformarse en bloqueos si no se revisan a tiempo.

La Coherence Therapy[3] sostiene que esos "bloqueos" no son errores, sino respuestas lógicas a experiencias previas. Para Mariana, reconocer que su creencia sobre los números fue útil en su infancia, pero ya no lo es, fue un punto de partida para cambiar. Al cuestionar este patrón y probar nuevas formas de pensar sobre sus habilidades, comenzó a construir un nuevo sendero en su jardín mental.

Los Patrones que Nos Limitan

¿Te has sentido atrapado en pensamientos como “No soy suficiente” o “Siempre fracaso”? Esto le pasaba a Juan cuando llegó a consulta. Cada vez que intentaba hablar en reuniones o exponer ante sus superiores, un torrente de pensamientos negativos lo paralizaba. Sin embargo, su carrera profesional estaba avanzando, y el puesto al que estaba aplicando requeriría que estas situaciones fueran algo cotidiano.

Juan descubrió que su miedo no era un error, sino una respuesta coherente con experiencias pasadas en las que hablar en público lo expuso a críticas severas. Identificar esta conexión fue el primer paso. Con técnicas de Coherence Therapy, trabajamos para que Juan pudiera procesar la emoción detrás de este miedo y resignificar esas experiencias. Luego, comenzamos con pequeños ensayos: practicó exponer ideas en ambientes cómodos y con personas de confianza, lo que le permitió crear un nuevo sendero neuronal. A medida que repetía estas experiencias, fortalecía su confianza y entrenaba su mente para responder de manera distinta en situaciones más desafiantes.

Técnicas para hackear tu mente

  1. Reconocer el Origen de Tus Creencias: Mariana utilizó la técnica de las 3 Rs: Reconocer, Revaluar y Reemplazar. Reconoció que su creencia limitante era coherente con lo que necesitaba en su infancia. Luego, la revaluó: “¿Es esto aún útil para mí?”. Finalmente, la reemplazó por una nueva narrativa: “Estoy aprendiendo a mejorar con los números”. Así, poco a poco, fortaleció nuevos senderos mentales.
  2. Transformación Emocional: Una técnica central de la Coherence Therapy es identificar las "creencias emocionales implícitas" que sustentan un comportamiento o pensamiento no deseado. Por ejemplo, Juan descubrió que su miedo a hablar en público estaba vinculado a una experiencia infantil en la que ser criticado por un error le resultó abrumador. Al revivir ese recuerdo en un ambiente seguro, pudo procesar la emoción no resuelta y generar nuevas conexiones neuronales que lo liberaron del patrón limitante. Este enfoque no busca eliminar las emociones originales, sino integrarlas, reconociendo su coherencia en el momento en que surgieron y permitiendo que la mente construya nuevas respuestas más alineadas con el presente.
  3. Reprogramación con visualización creativa: Juan, por su parte, empezó a imaginar cómo sería enfrentar nuevos desafíos con confianza. Cerraba los ojos y visualizaba una reunión exitosa o un proyecto finalizado con éxito. Esto no solo lo calmaba, sino que entrenaba su cerebro para actuar con seguridad cuando llegara el momento [4].
  4. Mindfulness para el autohackeo: Mariana encontró en el mindfulness una forma de entrenar su atención. Practicaba el ejercicio de los 5 sentidos: nombraba cinco cosas que veía, cuatro que podía tocar, tres que escuchaba, dos que olía y una que gustaba. Esto la anclaba al presente y disminuía su ansiedad.[5]
  5. Reescribir tu historia personal Juan decidió enfrentarse a una memoria difícil: el día en que fracasó en un proyecto importante. Lo reescribió, enfocándose en lo que había aprendido y cómo eso lo había fortalecido. Esto le permitió cerrar ese capítulo con una sensación de empoderamiento.[6]

El impacto de hackear tu mente

Hoy, Mariana lidera un equipo financiero en su empresa. Juan, por su parte, expone con más tranquilidad en las reuniones importantes de su nueva posición e incluso ha iniciado un emprendimiento en paralelo apalancado por su creciente confianza en sus habilidades. Ambos son ejemplos de cómo hackear la mente puede transformar la vida. A corto plazo, notarás más claridad mental y menos estrés. A largo plazo, podés construir una vida que realmente amás.

Hackear tu mente es un acto de valentía y transformación, es reconocer que cada creencia y pensamiento que habita en vos tuvo un propósito: protegerte, guiarte o ayudarte a sobrevivir. Pero así como un jardín necesita ser podado para florecer, tu mente requiere que te detengás a evaluar qué patrones siguen nutriendo tu vida y cuáles, aunque valiosos en el pasado, es momento de dejar ir.

Como afirma Marian Rojas Estapé, el verdadero equilibrio radica en gestionar tus emociones con sabiduría y entrenar tu mente para responder al presente con claridad y propósito. Este proceso no solo es una invitación a conocerte más profundamente, sino también a construir un camino alineado con tus deseos y tu realidad actual.

El cambio comienza con una pregunta: ¿Estás listo para actualizar tus patrones y dar un paso hacia una vida más consciente y plena?

[1] Doidge, N. (2007). The Brain That Changes Itself: Stories of Personal Triumph from the Frontiers of Brain Science. Penguin Books.
[2] Rojas Estapé, M. (2021). Recupera tu mente. Editorial Espasa.
[3] Ecker, B., Ticic, R., & Hulley, L. (2012). Unlocking the Emotional Brain: Eliminating Symptoms at Their Roots Using Memory Reconsolidation. Routledge.
[4] Kosslyn, S. M. (1994). Image and Brain: The Resolution of the Imagery Debate. MIT Press.
[5] Kabat-Zinn, J. (1990). Full Catastrophe Living: Using the Wisdom of Your Body and Mind to Face Stress, Pain, and Illness. Delacorte Press.
[6] White, M., & Epston, D. (1990). Narrative Means to Therapeutic Ends. W. W. Norton & Company.

Este artículo fue escrito por Eddy Arguedas Oviedo, psicólogo, con una maestría en Administración de Empresas (MBA).