Por Abigail Ulloa Calvo – Estudiante de la carrera de Odontología

Antes de comenzar, es importante plantear conocimientos básicos que tal vez usted desconozca, ya que esto propiciará un conocimiento concientizado del tema y posteriormente le brindará las herramientas necesarias para enfrentar la cotidianidad ante estas formas tan particulares de vida. La realidad es que los microrganismos están presentes en todo lo que existe y se clasifican según su función, forma y lugar de origen. Actualmente, existe un desconocimiento global considerable dentro de las sociedades y dentro nuestros ambientes familiares en relación con los microorganismos. ¿Es posible que los microrganismos están tan cerca de nuestro radar y a la vez tan lejos de nuestra perspectiva y conocimiento?

Ahora bien, sea cual sea el núcleo familiar en el que usted haya crecido o sido formado, de seguro se ha encontrado con reglas familiares, y estas reglas familiares podrían ir desde tender la cama hasta lavar los platos cada vez después de comer. Lo cierto es que la mayoría de estas reglas en casa tienen una relación directa con la higiene básica del hogar, pero se ha preguntado usted ¿por qué es tan necesario mantener estas reglas tan obstinadas de aseo en casa?

Los microorganismos se encuentran en los lugares más comunes de la casa, por ejemplo, los cepillos de dientes, las toallas de limpieza, el suelo, entre otros; son los lugares perfectos para el desarrollo de infinidad de bacterias y hongos en nuestro hogar. Durante años, se ha creído que todo microorganismo es automáticamente nocivo para el ser humano, fuentes de redes de comunicación o un escaso conocimiento del tema han creado una gran barrera en contra de toda forma de vida microscópica. Sin embargo, como veremos más adelante, no todos los microorganismos son dañinos, algunos de ellos forman parte de una cadena importantísima en el ciclo de la vida de muchísimos organismos en la gran esfera del planeta, el ser humano inclusive es un conjunto complejo de microorganismos especializados. Es por eso que los conocimientos conscientes junto a las herramientas correctas nos ayudarán a aprender a vivir con ellos de una manera sana y natural.

Los microorganismos son conocidos también como microbios y, a diferencia de algunas plantas y animales, poseen una organización biológica que los caracteriza, cuando se refiere a un microrganismo se difiere directamente a un sistema de vida como virus, bacterias y hongos. Estos se dividen según su estructura y función en unicelulares (bacterias) procariotas y eucariotas (hongos, virus). Existen también microorganismos patógenos y la diferencia está en el desencadenamiento de una patología producto de alguna de estas formas de vida.

Los microorganismos forman parte de un sistema organizado y absolutamente necesario para la humanidad. Muchos de estos microorganismos realizan funciones elementales en el ciclo de la vida y en la biosfera del planeta, y se encargan de propiciar oxígeno y de desintegrar la materia orgánica cerrando y abriendo nuevos ciclos de producción de la materia. Estos microrganismos poseen funciones variadas y aunque muchos son maravillosos colaboradores en la sobrevivencia de la humanidad, otros son propulsores enemigos que pueden atentar contra la salud y vida de la mayoría de humanos. Los microorganismos patógenos a diferencia de cualquier otro microrganismo invaden otro organismo con el fin de sobrevivir y multiplicarse a partir de ese otro ser vivo, originando infecciones.

El grado de complicación de una infección inducida por un microorganismo patógeno va a depender de la cantidad de microorganismos en el organismo, el modo en el que se transfiere y la resistencia de este microrganismo. Una patología desencadenada por un microorganismo patógeno es virulenta, es decir, fácilmente se propaga de un organismo a otro por secreciones o contacto directo. Aquí radica su importancia y el por qué debemos tener un conocimiento informado y responsable del tema en nuestros hogares. Estos microorganismos tienen origen en cualquier lugar cuyo fundamento base sea materia orgánica, por lo que en casa es posible que estés conviviendo con muchos de ellos.

El ser humano, a lo largo de la vida en la formación de la microbiota, desarrolla miles de especies distintas de microorganismos que se van formando a largo de la vida; la boca alberga alrededor de 60 y 90 especies de bacterias, la mayoría no dañinos para el ser humano. Sin embargo, es un hecho que el desarrollo más eminente de bacterias lo encontramos dentro de casa, alimentos vencidos o manipulados desencadenan una infinidad de bacterias, además, lugares como la cama, baños y el polvo doméstico albergan bacterias Gram-positivas, que incluyen los estafilococos y los micrococos, y en lugares húmedos, como fregaderos y duchas, la proliferación de bacterias corresponde Gram-negativas con colonias infinitas de hongos.

Aunque la mayoría de estos microorganismos no presentan mayor riesgo para el ser humano, la gran pregunta sigue siendo ¿atacamos los microorganismos patógenos de manera segura en el hogar? La respuesta es no. Estudios han comprobado que el manejo de estos microorganismos en casa es ineficiente, hay una población inconsciente del tema y una despreocupación global y generalizada en cuanto se refiere a microorganismos patógenos como fuente principal de infecciones en el ser humano. Sin embargo, es posible implementar el cambio en casa con nuevas medidas de higienización que garanticen el cuidado y bienestar de nuestro hogar, así como manteniendo el aseo básico en casa, aplicando el correcto lavado de manos, una constante desinfección de lugares comunes como alfombras, muebles y superficies.

Por otro lado, un control permanente de los alimentos almacenados en casa es elemental, por lo que es necesario realizar una supervisión en el estado de productos y fechas de vencimiento antes de la ingesta. Es importante a su vez evitar el contacto directo con personas desconocidas, sobre todo, si estas personas presentan heridas expuestas o síntomas visibles de algún tipo de infección, en caso de presentar cortaduras o heridas se deben mantener limpias y cubiertas hasta que sanen completamente. Es relevante, cuando nos referimos a microorganismos patógenos y su propagación, evitar contaminación cruzada, que consiste en una de las fuentes de contaminación más comunes actualmente, lavando bien implementos de cocina y utensilios de uso personal como cepillos de dientes, toallas y cosméticos.

Finalmente, se establece que todos los factores mencionados son solo una pequeña parte de todas las interrogantes que se pueden plantear, pero una cosa es segura: el manejo consciente en la prevención y convivencia con estos organismos es posible y al hacerlo podemos evitar la pérdida tanto económica como de bienestar general y garantizar una convivencia sana en el hogar. Los microrganismos constituyen formas de vida complejas pero definitivamente fascinantes, se comprueba una vez más que es necesario informarnos del tema, y que la responsabilidad está en nuestras manos. Ahora tenemos los conocimientos y las herramientas necesarias para comenzar a implementar el cambio, un buen manejo en casa en cada hogar es capaz de desencadenar una sociedad concientizada en los hábitos básicos de higiene, además de ayudarnos a vivir de una manera sana con todos los microorganismos que nos rodean.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.