Por Arline Liang – Estudiante de la carrera de Administración de Negocios
La llegada del COVID-19 ha representado un gran cambio en la vida cotidiana de todos los seres humanos, y ha impactado casi todas las áreas que existen en el mundo. Esto ha representado un reto para miles de negocios que se han visto con la obligación de innovar para no cerrar sus operaciones o quedar rezagados ante la pandemia. Con esto aparecen nuevas incertidumbres: ¿cómo ha cambiado la crisis la forma en la que se innova?, ¿cómo será la innovación después de la pandemia?
Numerosos países han adoptado diversas medidas para evitar que la curva de los contagios por el brote del coronavirus aumente y así evitar que los sistemas de salud se colapsen. Entre las medias más drásticas se encuentra el distanciamiento social, que ha provocado que millones de personas tengan que autoaislarse, produciendo que muchas de estas se encuentren confinadas en sus casas. Esto ha causado el cierre de escuelas, restaurantes, cines, teatros, hoteles, entre otros miles de negocios. Por consiguiente, esto ha causado que cientos de empresas se vean afectadas por la crisis. Las principales consecuencias están relacionadas al decrecimiento de la demanda, la disminución de los ingresos, la dificultad para adquirir productos, las limitaciones financieras y los procesos de fabricación, entre otros. Por ejemplo, áreas como entrenamientos, turismo, construcción, restaurantes se han visto afectadas debido a la baja demanda de estos servicios o por las nuevas restricciones de distanciamiento impuestas debido a la pandemia.
Según Accenture (2020), la crisis del COVID-19 ha exigido que las empresas busquen rápidamente nuevas estrategias, medidas y soluciones para adaptarse a las condiciones actuales, probando más que nunca la resiliencia de los sistemas. Además, nuevas olas de innovación comercial se han activado. Se están desarrollando nuevas formas de adquisición que se espera que continúen después de que termine la crisis. La pandemia ha cambiado las experiencias de clientes, empleados, ciudadanos, y ha modificado también sus actitudes y comportamientos.
Un claro ejemplo de innovación en tiempos de crisis es el caso de la empresa Energym, un emprendimiento tico que tuvo que cerrar sus puertas debido a las medidas impuestas por el Ministerio de Salud. Estos emprendedores se vieron con la necesidad de buscar soluciones e innovar para poder reabrir sus instalaciones al público. Tuvieron que tomar una serie de medidas para garantizar la salud de todas las personas. Como respuesta a esto, lanzaron planes de entrenamiento digitales en modalidad por objetivos y personalizados para realizar en casa. Utilizaron plataformas digitales para cumplir con todas las medidas de salud entendiendo la importancia de realizar ejercicio y llevar un estilo de vida saludable, aunque sea desde casa. Esto les sirvió para poder seguir con sus operaciones a pesar de las adversidades (Herrera, 2020).
Por tanto, es imprescindible que las empresas proporcionen nuevas ideas que se adapten a los cambios que van a ocurrir durante y después de la pandemia. Es importante reevaluar cómo se manejan los roles de trabajo, los centros de contacto, cómo los trabajadores ofrecerán a los clientes nuevas experiencias que les generen un valor agregado, nuevas estrategias. Utilizando las ventajas que representan las nuevas tecnologías, las empresas pueden adaptarse a los nuevos cambios. La crisis ha representado una oportunidad para innovar y generar un cambio.
