Por Antonio Álvarez – Estudiante de la Escuela de Estudios Generales

Leyendo un libro sobre los ciegos, descubrí lo poco que vemos los videntes. Ellyn Kaschak (2019), profesora emérita de la Universidad de San José en California, se dio a la tarea de investigar algunas maneras de vida de los ciegos y los hallazgos cambiaron radicalmente mi manera de pensar. Entre las muchas historias que encontró y escribió en el libro Mirar Sin Ver, señala varios puntos con los que critica la manera en que viven los no videntes, pero indica que los verdaderos ciegos somos los videntes.

Ellyn cuenta una historia sobre monos; en ella narra que cuando llegó a las selvas de Costa Rica, los amigos que la llevaron le dijeron que estaba rodeada de monos. En ese momento los ojos de ella no los reconocían. Pronto, un amigo le enseñó a verlos, mostrándole los ojos y el rostro de los monos, y luego ella por su cuenta les pudo ver el cuerpo completo. Esto se dio porque ella es originalmente de California, y en esa ciudad no hay monos, por lo que, en su momento, para ella eran invisibles, pero luego de aprender, no pudo dejar de reconocerlos cuando se le mostraban. Es interesante que, aunque Ellyn sabía que existen los monos, no podía reconocer su figura.

Otros ejemplos de ceguera es cuando una persona vive un momento de crisis o una emergencia, o adquiere un conocimiento, y a partir de eso ya nunca más vuelve a pensar y a ver las cosas de la misma manera. Estas son oportunidades de la vida que abren los ojos de muchos para saber cómo se siente el prójimo y lo que es estar en los zapatos de la otra persona. En la vida, antes de un evento específico, se menospreciaba o no se valoraba lo que se tenía, pero luego de pasar por esta situación especial, la persona cambia totalmente y puede llegar a ver más allá de lo que conocía, y se hace más comprensible y empática.

Existen otras maneras de no ver; por ejemplo, las mentiras piadosas son una de las más comunes. En el libro se expone a Isabel y su casa roja, que realmente era blanca. Ellyn desperdició la oportunidad de ser honesta con Isabel y decidió no decirle que el verdadero color de la casa era blanco. Aunque saber un color es algo sencillo, esa tarea para un ciego es imposible. Este tipo de mentiras piadosas o blancas son más comunes de lo que se pensaría, tanto para ciegos como para videntes. Por mi parte, haciendo una retrospección, sé que hay muchas verdades que lastimosamente son mentiras, pero tanto en mi familia como con amigos uno cortésmente las deja pasar.

No obstante, ¿qué tan bueno es esto? ¿Cuánto daño podría hacérsele a alguien por intentar ser cortés cuando digo una mentirita blanca? Estas preguntas me surgieron luego de pensar en la historia de la casa roja. Tengo la sensación de que es injusto hacer que alguien no vea su realidad; simplemente eliminando esta falsa cortesía y siendo honesto puedo ayudarle a una persona a conseguir su máximo potencial.

Un punto medular es siempre querer encajar o tratar de buscar la felicidad en algo que nos complemente. En el libro varias veces se habla de este tema, como cuando una pareja de ciegos terminan su relación porque cada uno quería una pareja vidente; o bien se tenía un estereotipo de pareja, donde en el caso de los hombres, la mujer debía ser bajita, flaca y linda, para poder encajar con sus amigos videntes. Muchas veces, uno como vidente o como ciego quiere ese artículo que nos va a poner en otro estatus o que pensamos que nos va a ayudar a encajar; buscamos ese complemento para llenar el requerimiento que los demás demandan y uno se vuelve un completo ignorante, pues no sabe si ese objeto me llena a mí o a los otros.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencia bibliográfica:
  • Ellyn Kaschak, E. (2019). Mirar sin ver. San José, Costa Rica: Editorial UNED.