El Gobierno finlandés está implementando a partir de esta semana una forma más rápida de realizar la prueba COVID-19, a partir de un grupo de perros entrenados para olfatear los fluidos corporales de las personas que ingresen al país por el aeropuerto de Helsinki.
La iniciativa es un plan piloto que podría ayudar a proporcionar un método de detección más eficiente.
Ulla Lettijeff, directora del aeropuerto de Helsinki, comentó:
Hasta donde sabemos, ningún otro aeropuerto ha intentado utilizar la detección de olor canino a una escala tan grande contra la COVID-19. Estamos satisfechos con la iniciativa, ya que podría ser un paso adicional en el camino para vencer la pandemia."
Según Lettijeff, los pasajeros no tendrán contacto directo con los detectives caninos. La prueba se realizará mediante una "toallita" que se pasa sobre la piel del pasajero y se coloca en una taza. Dentro de una cabina separada, el perro olerá la muestra y dado el caso que detecte el virus, hará una señal física.
Estudios recientes validan el uso de perros para detectar la COVID-19. Un estudio francés encontró que los perros entrenados para oler la diferencia entre el sudor de las axilas de personas sanas y aquellos con COVID-19 podían hacerlo con un 95%de certeza, mientras otra investigación alemana encontró que los perros entrenados para hacer lo mismo con las muestras de saliva estaban capacitados para detectar la COVID-19 con un 94% de precisión.
Los investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Helsinki, quienes se encargaron de entrenar a los perros de Finlandia, indicaron que los caninos podrían detectar COVID-19 con un nivel similar de certeza de "casi el 100 por ciento".
Los perros han identificado cáncer y otras enfermedades en el pasado, pero nos ha sorprendido lo fácil que es para los perros detectar la COVID-19".
Aunado a la excelente precisión, los perros también pueden detectar el virus antes que las pruebas de laboratorio, hasta días antes de que aparezcan los síntomas. Además requieren una muestra mucho más pequeña: de 10 a 100 moléculas, en contraposición a los 18 millones necesarios para las pruebas de laboratorio.
Según The Guardian, el plan piloto de Finlandia está programado para ejecutarse durante cuatro meses. Posterior a esta etapa, se evaluarán los resultados y se decidirá si los rastreadores pueden reemplazar a los humanos que actualmente están realizando pruebas de laboratorio.
En otros países, como Arabia Saudita, Alemania, Francia, Chile, Australia y Brasil también están investigando el empleo de perros detectores de olores para una detección más rápida y segura de la COVID-19.