La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) activó sus protocolos de emergencia y envió un enérgico llamado de atención a la población, ya que además de los crecientes casos diarios de COVID-19, en el país también se están disparando los casos de dengue.
Según informó la institución, la estadística de la semana 32 (al 22 de agosto) muestra 9008 casos de dengue en todo el país, lo que representa un incremento de un 114% en comparación con el mismo periodo del año anterior y de 518% más en comparación con el 2018.
La Caja advirtió que con esa cifra, el país tiene ahora 168 casos de dengue por cada 100 mil habitantes, la segunda cifra más alta de los últimos cinco años, solo superada por los 341 casos por 100 mil habitantes reportados en el año 2016.
“Igual que tomamos medidas en la calle por el riesgo de la COVID-19 debemos tomar medidas firmes e inmediatas en la casa por el dengue”, afirmó la doctora Catalina Ramírez, miembro del equipo de vigilancia epidemiológica de la Caja, unidad técnica que ha emitido un boletín de alerta a los equipos de salud en todo el país para llamar a la movilización comunal.
En estos momentos hay casos de dengue reportados en todo el país y en todas las edades; sin embargo, los focos de atención por mayor conglomerado de enfermos se ubican en la región de salud Huetar Atlántica (Limón) con 863 casos por cada 100 mil habitantes; y el Pacífico Central con 91 casos por cada 100 mil habitantes.
De acuerdo con los datos de la CCSS, el grupo de edad más afectado comprende entre las edades de 10-39 años con una tasa de 54 casos por cada 100 000 habitante aproximadamente. En relación con el sexo, la mayor incidencia se presenta en masculinos con una tasa de 185 casos por cada 100 mil hombres, mientras que las femeninas presentan 168 casos por cada 100 mil mujeres.
Las autoridades advirtieron que se reportan, además, 27 casos de dengue grave o hemorrágico, el cual puede llegar a ser fatal. Estos casos se ubican en Limón (11), Pacífico Central (6) y región Chorotega (5 casos).
Los casos graves se concentran en personas entre 40 y 49 años; y la mayoría son mujeres (60%).
Xiomara Badilla, jefa de Vigilancia epidemiológica, aseguró que la CCSS activó el protocolo de emergencia con tres acciones que movilizan a los equipos de salud para solicitar y atender a la población:
- Los servicios de salud van a reforzar la educación continua sobre los protocolos de atención de dengue, chikungunya, zika, y malaria.
- Las áreas de salud realizarán la actualización cada dos semanas para conocer los tipos de virus circulantes según el mapeo de zonas.
- Los equipos de salud implementarán la consulta de dengue y la unidad de atención al dengue, de acuerdo con la Guía para la organización de la atención y manejo de pacientes con dengue y dengue grave que impera para casos de emergencia desde 2013.
El punto clave de la movilización de las familias es saber que cada depósito de agua limpia en el patio de la casa puede convertirse en un criadero de mosquitos transmisores de la enfermedad. Por eso se pide a la población que tomen todas las acciones necesarias para la protección de los miembros de la familia.
Según la literatura médica la fiebre del dengue es transmitida por mosquitos, principalmente por el Aedes aegypti. El virus se transmite a los seres humanos por la picadura de mosquitos hembra infectadas. Tras un periodo de incubación del virus que dura entre 4 y 10 días, un mosquito infectado puede transmitir el agente patógeno durante toda la vida.
Las personas infectadas sintomáticas y asintomáticas son los portadores y multiplicadores principales del virus, y los mosquitos se infectan al picarlas. Tras la aparición de los primeros síntomas, las personas infectadas con el virus pueden transmitir la infección (durante 4 o 5 días; 12 días como máximo) a otros mosquitos.
La Organización Mundial de la Salud señala que se debe sospechar que una persona padece dengue cuando una fiebre elevada (40 °C) se acompaña de al menos dos de los siguientes síntomas: dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios linfáticos o salpullido.
Los síntomas se presentan al cabo de un periodo de incubación de 4 a 10 días después de la picadura de un mosquito infectado y lo común es que duren entre 2 y 7 días.
Los signos que advierten de esta complicación se presentan entre 3 y 7 días después de los primeros síntomas y se acompañan de un descenso de la temperatura corporal (menos de 38 °C) y otros síntomas: dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, respiración acelerada, hemorragias de las encías, fatiga, inquietud y presencia de sangre en el vómito.
En ese cuadro las siguientes 24 a 48 horas de la etapa crítica pueden ser letales; por lo que hay que brindar atención médica para evitar otras complicaciones y disminuir el riesgo de muerte.
El único método para controlar o prevenir la transmisión del dengue consiste en luchar contra los mosquitos vectores. El cuidado máximo debe ser durante el día porque los mosquitos pican durante el día. Hay que enfocarse en la eliminación de criaderos porque los mosquitos no se sienten: no se escuchan cuando vuelan ni duele cuando pican. Simplemente, cuando aparecen los síntomas de la enfermedad es cuando la persona se da cuenta de que ha sido infectado por el virus.
Entre las medidas destacan las siguientes:
- Evitar que los mosquitos encuentren lugares donde depositar sus huevecillos en las inmediaciones de la casa aplicando el aseo del medio ambiente.
- Eliminar correctamente los desechos sólidos y los posibles depósitos de agua limpia por pequeños que sean.
- Cubrir, vaciar y limpiar cada semana los recipientes donde se almacena agua para uso doméstico:
- Aplicar insecticidas adecuados a los recipientes en que se almacena agua a la intemperie;
- Utilizar medidas de protección personal en el hogar, como mosquiteros en las ventanas, usar ropa de manga larga, repelentes, materiales tratados con insecticidas, espirales y vaporizadores.