The Guardian reportó esta mañana que neurólogos ingleses publicaron en la revista de neurología Brain: A Journal of Neurology, que más de 40 pacientes de COVID-19 en el Reino Unido tuvieron complicaciones incluyendo inflamación cerebral, delirios, daño en los nervios y hasta derrames cerebrales.
En la revista se menciona que encontraron un aumento en una condición potencialmente mortal llamada encefalomielitis diseminada aguda (EAD) durante la primera ola de infecciones en Gran Bretaña.
El medio reporta que una docena de pacientes han tenidos inflamación del sistema nervioso central, 10 pacientes tuvieron una enfermedad cerebral con delirio o psicosis, 8 pacientes tuvieron derrames cerebrales y otros 8 pacientes tuvieron problemas con el nervio periférico.
The Guardian indica que de acuerdo a Michael Zandi, uno de los autores principales del estudio y consultor del University College London Hospital NHS "estamos viendo que el COVID-19 afecta el cerebro de manera que no lo habíamos visto antes con otros viruses".
Con estos casos en particular, los doctores se muestran preocupados con los efectos a largo plazo en la salud de los pacientes dado que algunos se encuentran jadeantes y fatigados mucho después de ya no tener el virus. En otros casos, algunos se encuentran con entumecimientos, débiles de salud y problemas de memoria.
Sin embargo, estas condiciones que se están presentando afectan a una minoría de la población. Esto genera la preocupación de que el virus podría dejar a esa minoría de la población con un daño sutil cerebral que será evidente en los años venideros.
El medio cita a Zandi de nuevo comentando que, "es una preocupación si una epidemia escondida podría ocurrir tras el COVID-19, donde se verán efectos retrasados en el cerebro porque pudo haber efectos sutiles en el órgano y las cosas suceden lentamente en los próximos años, pero es muy temprano para juzgar eso ahora".