Por Tomás Key Gómez – Estudiante de la carrera de Administración
La insolvencia financiera se da cuando existe incumplimiento de las obligaciones que se deben enfrentar, es decir, se da cuando una empresa no tiene los suficientes medios líquidos para pagar sus obligaciones, tales como cuentas por pagar, impuestos, etc. Es un paso previo a que una empresa se determine en bancarrota, ante la imposibilidad de honrar sus deudas.
La insolvencia empresarial es uno de los riesgos inherentes a la parte financiera de una empresa, no se puede obviar ni mucho menos descuidar, por lo cual es muy importante estar al tanto de las deudas y del correcto flujo del efectivo, para que la empresa logre conservar liquidez para enfrentar este tipo de situaciones. La insolvencia está ligada a muchos factores ―tanto internos como externos― de la empresa, como lo son las inversiones, movimientos en ventas, venta de servicios o lo relacionado al giro de trabajo de la empresa.
El saber si su organización está en un peligro de insolvencia es información que se debe tener en cuenta y, por supuesto, se debe saber cómo salir de este problema. El correcto diagnóstico de insolvencia de una empresa es fundamental para lograr reorganizar el negocio y poder salir de problemas financieros y de las deudas.
La insolvencia financiera no solo se da con personas jurídicas, sino que también rige para personas naturales, cuando estas no saben organizar su economía y se ven afectadas en sus finanzas personales. Lo que sucede con las personas no comerciantes ni de hecho o de derecho es que están sujetas a solicitar la protección de la insolvencia financiera, ante la poca organización de las propias finanzas y de las malas decisiones o contratos firmados por tarjetas de crédito o créditos.
En conclusión, toda empresa que esté en el mercado como persona jurídica debe tener un buen control de sus acciones financieras, ya que ninguna está exenta de la insolvencia. De hecho, se dice que cualquier empresa puede estar sujeta a esto, si no logra efectuar los movimientos correctos en la misma empresa, porque cualquier error en cobro, extensiones de plazos, etc., pueden llegar a dejar a una empresa sin liquidez para hacerle frente a sus deudas.
