A raíz de los casos de problemas de salud asociados al uso de cigarrillos electrónicos en los Estados Unidos, distintas investigaciones han detectado que el acetato de vitamina E sería el principal responsable de esta afectación.

Este es un aditivo que a veces se usa en el tetrahidrocannabinol (THC), que ha sido identificada como un "culpable muy fuerte" en las lesiones pulmonares relacionadas con el vapeo de THC.

Según datos de la CDC, hasta el 18 de febrero de 2020 se registraron un total de 2.807 casos de problemas de salud (entre ellas 68 muertes) asociados al uso de productos como cigarrillos electrónicos o vaporizadores en el territorio estadounidense.

Muchos de los pacientes afectados informaron de un inicio gradual de los síntomas (como dificultad para respirar, falta de aliento o dolor en el pecho) antes de requerir ser hospitalizados. En otros casos se informó de enfermedades gastrointestinales leves a moderadas, como vómito y diarrea, u otros síntomas, tales como fiebre o fatiga, como los principales síntomas.

Pero, ¿qué provoca el riesgo?

Entes especializados como la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE. UU (CDC) trabajan juntos para investigar los efectos en la salud de estos dispositivos, así como los incidentes respiratorios que están asociados a los productos mencionados.

Las investigaciones de la FDA han señalado que el acetato de vitamina E no está presente en los productos de consumo electrónico oficial sino más bien que aparece  en la venta irregular y callejera (conocido como el mercado negro) principal fuente de abasto para muchos jóvenes estadounidenses.

Así lo reiteró la entidad estatal norteamericana, en el marco del Society for Research on Nicotine & Tobacco (SRNT) en su edición 2020, realizada en marzo anterior en New Orleans, Luisiana, en Estados Unidos, en la que se recordó que en la Declaración sobre la colaboración federal y estatal para investigar las enfermedades respiratorias, la FDA señaló la recomendación de no consumir productos sin especificaciones sobre su regulación, pues es ahí donde se encuentra el riesgo de consumo:

Cualquier persona que use productos de cigarrillos electrónicos no debería comprar estos productos en la calle (por ejemplo, cigarrillos electrónicos con THC u otros cannabinoides) y no debería modificar los productos de cigarrillos electrónicos ni agregar ninguna sustancia a estos productos que no sean previstos por el fabricante. Independientemente de la investigación en curso, los productos de cigarrillos electrónicos no deberían ser usados por jóvenes, jóvenes adultos, mujeres embarazadas ni adultos que actualmente no usen productos de tabaco”.

Esta postura es similar a la sostenida por la Public Health England (PHE), agencia de salud líder de Inglaterra y parece tener una visión más abierta respecto al tema del consumo de estos productos.

En marzo de 2020, la PHE dio a conocer su estudio anual sobre vapeo, en el que indicó que vapear nicotina es una alternativa más segura para el consumo que el fumado tradicional.

El informe señala que vapear productos de nicotina regulados tiene una pequeña fracción de los riesgos del fumado” y que “se debe alentar a los vapeadores a usar solo productos de nicotina regulados y a dejar de fumar por completo”.

Otros alternativas para consumo

En el mercado ya existen otros productos de reemplazo de nicotina que pueden ayudar a los usuarios ya sea a dejar de fumar o a consumir el producto de una manera más sana.

Entre ellos, destacan el cigarro electrónico IQOS System de Phil Morris, un dispositivo que calienta el tabaco para permitir el consumo de nicotina en lugar de quemarlo y que fue el primer dispositivo de tabaco calentado aprobado por la FDA; los VLNTM King y VLNTM Menthol King de la empresa estadounidense 22nd Century Group,  Inc.; el Copenhagen Snuff Fine Cut de la U.S. smokeless Tobacco Company y el Camel Snus de R.J. Reynolds Tobacco Company

Según detalló el exfuncionario de salud pública en Inglaterra, Clive Bates cuando se refirió al informe: 

Estos nuevos productos, los productos de nicotina que no implican humo ni tecnología perturbadora, son capaces de reemplazar el hábito de fumar y representan una fracción del riesgo para los usuarios. Es cierto que no tenemos una máquina del tiempo y no podemos avanzar 50 años y averiguar lo que sucederá. Sabemos mucho sobre lo que hay en los aerosoles de vapor, sabemos sobre la exposición tóxica en el cuerpo, y todos están convencidos de que los riesgos serán mucho, mucho menores. La exposición es menor, la toxicidad del vapor es mucho menor. A partir de eso, se puede asumir que los riesgos serán mucho menores a largo plazo".