Un hisopo, un instrumento delgado y alargado cuya punta es porosa, es la herramienta utilizada en el examen médico para determinar si una persona es positiva, o no, de COVID-19. La prueba consiste en introducir el dispositivo en las dos fosas nasales hasta llegar a la nasofaringe, en donde se raspa y se obtiene la muestra necesaria para confirmar o descartar el diagnóstico mediante un análisis de laboratorio posterior.

Sin embargo, existe un problema: los hisopos escasean (así como otros productos sanitarios para atender la pandemia) en todo el mundo debido a las restricciones y a la alta demanda. 

Bajo esa coyuntura, a nivel local, las facultades de Ingeniería y Microbiología de la Universidad de Costa Rica, en alianza con laboratorios privados y con el acompañamiento de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), buscan producir soluciones a nivel local.

El proceso, que está en desarrollo, incluye los siguientes pasos:

  1. Un equipo de expertos de la Facultad de Ingeniería diseña varias opciones de hisopos que luego son enviadas a dos laboratorios dentales privados (XYZ Soluciones y Cleo Dental).
  2. Los laboratorios dentales, por medio de impresoras 3D especiales, elaboran los hisopos.
  3. Son enviados al Laboratorio de Virología y a la Sección de Servicio de Laboratorio de la Facultad de Microbiología para que sus especialistas realicen las primeras pruebas y se elijan los diseños que más se adecúan a las exigencias médicas.
  4. Obtenidos los diseños finalistas, se enviarán a la CCSS para que sean sometidos a las pruebas correspondientes (ensayos preclínicos y clínicos) y las autoridades de salud puedan decidir cuál es el más idóneo.
  5. Con la ayuda de varios laboratorios privados que ya le informaron a la UCR que están dispuestos a colaborar para masificar la producción de estos instrumentos. Esta sinergia entre el sector público y el privado es producto del trabajo de la Agencia de Promoción de Inversiones en Costa Rica (CINDE).

Al llegar a esa última etapa, el país cuenta con la ayuda de varios laboratorios privados que ya le informaron a la UCR que están dispuestos a colaborar para masificar la producción de estos instrumentos. Esta sinergia entre el sector público y el privado es producto del trabajo de la Agencia de Promoción de Inversiones en Costa Rica (CINDE).

Actualmente el proceso se encuentra en el análisis de laboratorio que realiza la Facultad de Microbiología, por lo que todavía resta al menos un mes más para que inicie la producción masiva de los hisopos.

La Dra. Eugenia Corrales Aguilar, especialista del Centro de Investigaciones en Enfermedades Tropicales de la UCR (CIET), comenta que: 

"Estos hisopos tienen unas características especiales. Tienen un material especial para virus, no es cualquier hisopo. Yo no puedo ir a la farmacia y comprarme un hisopo para limpiarme los oídos, tiene que ser un material especial".

Todavía resta al menos un mes más para que inicie la producción masiva de los hisopos. Foto: Anel Kenjekeeva.

Por su parte, el estudiante de Ingeniería Eléctrica Jose Pablo Carballo Gómez, miembro del equipo técnico envuelto en este proyecto que incluye a la Ing. Cindy Torres de Ingeniería Química, Ing. Diego Dumani de Ingeniería Eléctrica y la Dra. Mavis Montero de la Escuela de Química, indicó que hicieron un estudio para identificar cuáles hisopos podían funcionar adecuadamente y llegaron a la conclusión de que la mejor opción son los que se pueden crear en impresoras 3D que usan un tipo de resina biocompatible, y que usualmente se utilizan en laboratorios dentales.

Asimismo, el decano de Ingeniería, Ing. Orlando Arrieta Orozco, indicó:

Todo este conocimiento que genera la universidad pública existe gracias a la inversión que realiza el país en educación y es en situaciones de emergencia como la que vivimos hoy en día, que esta capacidad instalada y la calidad del recurso humano sale a relucir para enfrentar los retos que plantea esta crisis sanitaria, con soluciones basadas en la ciencia y mediante equipos de trabajo multidisciplinarios”.