• La agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de su regulación, ha señalado que el uso de cigarrillos electrónicos tiene un efecto aún desconocido sobre el riesgo del nuevo coronavirus.

Uno de los principales temas de discusión, generados a raíz de la COVID-19, es la pregunta respecto al eventual impacto que tendría el uso de cigarros de tabaco y de cigarrillos electrónicos, en los pacientes con coronavirus.

Este tema ya ha generado múltiples reacciones de científicos e investigadores que demandan mayor evidencia y tiempo para llegar a sacar conclusiones.

Un ejemplo es la posición del cardiólogo y becario de investigación en el Centro de Cirugía Cardiaca Onassis, Konstantinos Farsalinos, quien advirtió de un “comportamiento irresponsable de personas que dan una guía respaldada en cero evidencia”.

En el tema de los cigarrillos tradicionales hay certeza: incluso el Ministro de Salud costarricense, Daniel Salas Peraza, se ha referido ya al asunto; sin embargo, el tema de los cigarrillos electrónicos y de los productos libres de humo, aún sigue levantando polémica. Por eso afirmar que el uso de este tipo de implementos es perjudicial si una persona llega a contraer el virus, ya ha causado que expertos en salud hayan encontrado deficiencias en dichas aseveraciones.

La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, medicamentos y otros productos, dijo a finales del mes pasado que los vapeadores y los fumadores con afecciones de salud subyacentes, podrían estar en mayor riesgo de complicaciones. No obstante, la organización ya ha cambiado de parecer.

En una declaración dada al medio internacional Bloomberg, la FDA ha dicho que el uso de cigarrillos electrónicos tiene un efecto desconocido sobre el riesgo del nuevo coronavirus, al tiempo que advirtió, posición compartida con Daniel Salas en Costa Rica, que fumar cigarrillos tradicionales puede acarrear peores resultados.

"El uso de cigarrillos electrónicos puede exponer los pulmones a productos químicos tóxicos, pero no se sabe si esas exposiciones aumentan el riesgo de COVID-19", dijo la FDA.

Otro especialista que se ha pronunciado es el profesor del Departamento de Medicina de la Universidad de Cambridge, Gordon Dougan, quien advirtió que es poco probable que alguien sepa cómo fumar podría afectar la susceptibilidad a la infección de COVID, ya que es demasiado pronto para saberlo:

Necesitamos comparar a los fumadores frente a los no fumadores o países con diferentes incidencias de fumadores, y esto llevará tiempo. Sin embargo, sabemos que fumar afecta la función pulmonar normal de muchas maneras”.

Además, la investigadora Jefa del Estudio NeSCi – Unidad Neonatal Desarrollo de intervención para dejar de fumar de Universidad de East Anglia, Caitlin Notley, señaló que no hay evidencia de que el vapeo aumente el riesgo de infección o progresión a condiciones graves de COVID-19.

Los cigarrillos electrónicos son la opción más popular de los consumidores para apoyarse en su intento de dejar de fumar y son efectivos. Se debería fomentar a las personas a cambiarse al vapeo en vez de seguir fumando tabaco”.

Enfermedades pulmonares y el riesgo ante la COVID-19

La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo énfasis en que es probable que los fumadores de tabaco en su forma tradicional sean más vulnerables a la COVID-19, ya que al fumar se llevan los dedos a los labios o cerca de la boca, lo que aumenta la posibilidad de transmisión del virus, más si es hecho en público.

Además señalaron que los fumadores pueden padecer una enfermedad pulmonar, lo que potenciaría enormemente el riesgo de enfermedad grave.

Un estudio hecho por la revista Tobacco Induced Diseases, examinó a pacientes de la COVID-19 con distintas características, entre ellas fumadores de tabaco, y se encontró un mayor riesgo de evolución severa en fumadores comparado con no fumadores.

Sobre cigarrillos electrónicos u otros dispositivos, la OMS advierte que “suelen conllevar el uso compartido de boquillas y mangueras, lo que puede facilitar la transmisión de la COVID-19 en ambientes comunitarios y sociales”.