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— El lunes de esta semana, en sesión de Corte Plena, se ratificó la lista de personas a ser candidatas a una magistratura como suplentes en la Sala II de la Corte Suprema de Justicia. La decisión se tomó con 16 votos a favor y 4 en contra, aunque el resultado de la votación no refleja la importancia de lo que se discutió ese día en Corte Plena.

— Recordemos que el procedimiento para escoger a los magistrados suplentes establece que cada Sala debe abrir un concurso y escoger una lista de candidatos, esta lista debe ser ratificada por la Corte Suprema de Justicia, para ser enviada a la Asamblea Legislativa, donde la Comisión de Nombramientos estudia los atestados y entrevista a cada persona en la lista, y da una recomendación —no vinculante— al Plenario, donde con 38 votos —secretos— se eligen a las personas, que tendrán el cargo de suplentes por cuatro años.

— Así las cosas, el lunes pasado los 17 magistrados que no forman parte de la Sala II conocieron una lista de ocho mujeres y ocho hombres, conformada por Antonio Barrantes Torres, Rodrigo Campos Esquivel, Juan Federico Echandi Salas (ya es suplente), Guillermo Antonio Guillarte Corrales, Álvaro Enrique Álvarez Aguilar, Juan Carlos Segura Solís (ya fue magistrado suplente), Olman Ugalde González, Alexis Vargas Soto, Yerma Campos Castro, Ana Cristina Fernández Acuña, Jesica Alejandra Jiménez Ramírez, Krissia Muñoz Jiménez, Deyanira Martínez Bolívar, Sandra María Pereira Retana, Mauren Roxana Solís Madrigal (actualmente suplente) y Shirley Víquez Vargas.

— Sin embargo, en esta ocasión la controversia no estuvo en los nombres presentados, sino en quienes quedaron por fuera. Específicamente, una vez que se dio la lista, el magistrado William Molinari Vilchez señaló su disconformidad con la ausencia entre los candidatos de tres personas que actualmente ocupan el cargo de magistrados suplentes de la Sala II: María Alexandra Bogantes Rodríguez, Marcela Ayón Zúñiga y Héctor Blanco González.

— Durante la sesión se aclaró que en el caso de Bogantes, ella no participo del concurso en cuestión, mientras que Ayón y Blanco si lo hicieron, pero no recibieron el apoyo de la mayoría de los magistrados actuales de la Sala II, por lo que quedaron fuera de la lista final.

— El señalamiento de Molinari, fue respaldado por la magistrada Julia Varela Araya, miembro de la Sala II y quién lamento que los dos nombres no hubieran alcanzado los tres votos necesarios para quedar en la lista final, e igual apoyo al señalamiento de Molinari expresaron los magistrados Paul Rueda Leal (Sala Constitucional) y Fernando Castillo Víquez (presidente a.i. de la Sala Constitucional).

— ¿Por qué son tan importantes los nombres de Ayón y Blanco? Pues, como probablemente nadie recuerda ya, tanto Ayón como Blanco estaban ejerciendo como magistrados en la Corte Plena cuando se dio la infame sesión en la que —en una votación dividida— se le definió una amonestación verbal a los magistrados de la Sala III Jesús Ramírez QuirósDoris Arias Madrigal, María Elena Gómez Cortés (entonces suplente) y al entonces presidente de la Corte, Carlos Chinchilla Sandí por el caso del expediente con las llamadas del OIJ —que los magistrados decidieron pasar por alto— entre Otto Guevara Gutt, Victor Morales Zapata y Juan Carlos Bolaños.

— Aunque la votación de esa sanción fue secreta, durante ese fin de semana diez magistrados firmaron una carta pública a la Presidencia de la Asamblea Legislativa solicitando que se hiciera una reforma constitucional para que los procedimientos disciplinarios de los miembros de la Corte Plena se realicen de forma pública, y no se volviera a dar el caso de que el anonimato “salvara” a alguien de recibir la  sanción que le correspode.

— Posterior a la carta y dado el movimiento que la misma generó en Corte Plena, la amonestación paso a ser suspensión de dos meses, lo que al final adelantó la salida de la Corte —vía pensión— de los magistrados Chinchilla y Arias, dejando en la Sala III con un único propietario nombrado: el inamovible Jesús Ramírez.

— Desde aquel entonces se asumió —con toda razón— que los diez magistrados que firmaron la carta, eran los que desde un inicio apoyaban una suspensión a los miembros de la Sala III, y que entre ellos estaban quienes realmente buscaban que las cosas cambiaran dentro del Poder Judicial después de la crisis de El Cementazo. No por nada muchos de esos diez nombres se repitieron a favor en la votación para entrar a discutir el tema de la elección de magistrados que mencionamos la semana pasada.

— El dato más importante de lo acontecido el lunes, es que dentro de esos 10 que firmaron la famosa carta se encontraban, justamente, los suplentes de la Sala II Marcela Ayón y Héctor Blanco, que ahora quedaron fuera del concurso para reelegirse como magistrados suplentes.

— ¿Por qué en esta ocasión quedaron por fuera si, ambos magistrados ya habían sido recomendados por la Sala en dos periodos anteriores? Pues porque la composición de la Sala II cambio en noviembre del año pasado, cuando la Asamblea Legislativa nombró a Jorge Olaso Álvarez y a Roxana Chacón Artavia.

— Tanto Olaso cómo Chacón tomaron la palabra en la sesión de Corte Plena para justificar el proceso que llevó a cabo la Sala II para definir la lista de 16 nombres, Olaso lo calificó de ser “el proceso más transparente que he vivido”, mientras que Chacón también defendió la transparencia del proceso, pero agregó que su criterio estuvo en que ambos ya tenían dos periodos como suplentes y señaló:“consideramos que es importante renovar la Sala".

— Del argumento de Chacón, solo podemos decir que este discurso de "renovar la Corte" negando reelecciones a magistrados lo hemos escuchado antes, ya que fue la misma defensa que utilizó el diputado Luis Fernando Chacón Monge al justificar su apoyo a la no reelección del magistrado Paul Rueda.

— Mientras que sobre el argumento de la transparencia del concurso, hay que decir que si bien en este proceso las entrevistas a las personas que se postularon se hicieron de manera pública, el tema es que la recomendación se hizo después de una votación secreta por parte de los cinco magistrados de la Sala, así que la transparencia queda al final debiendo.

— El tema detrás de todo esto es que, si por la víspera se saca el día, tanto en la Asamblea Legislativa como en el Poder Judicial, la “renovación” que quieren hacer algunos es sacar a quienes tuvieron un papel activo en medio de la crisis de la Corte del 2018, por la transparencia del Poder Judicial ...

Esta nota es parte del Reporte: Inquietantes movimientos en la Corte, mientras tanto, en el universo de las universidades públicas...