La agencia calificadora de riesgo, Fitch Ratings anunció este jueves haber colocado la calificación soberana de Costa Rica en "vigilancia negativa", dado el problema fiscal que atraviesa el país y la incertidumbre de si el proyecto 20.580 será aprobado por el Congreso en segundo debate.

Mediante un comunicado publicado en su sitio web, Fitch señaló que el país tiene "graves limitaciones financieras" que ponen en peligro su capacidad de cumplir con las obligaciones presupuestarias y los vencimientos de deuda para lo que queda de 2018.

Inclusive, Fitch afirma que hay riesgo en la capacidad de que el Gobierno pueda pagar las Letras del Tesoro que adquirió el Banco Central de Costa Rica, cuyo vencimiento está previsto para la segunda quincena de diciembre.

"Fitch revisará la calificación en uno o tres meses, a la luz del resultado de la reforma fiscal pendiente, su impacto en el déficit presupuestario y la situación financiera del gobierno", dice el comunicado. Sin embargo, agrega que esa revisión muy probablemente devendrá en la reducción de uno o varios escalones en la nota de Costa Rica.

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Según la agencia calificadora de riesgo, Costa Rica necesita financiamiento bruto totalizado en 5,2% del PIB para lo que resta de este año, incluyendo 1,8% del PIB para financiar el déficit y 3,3% del PIB para cubrir los vencimientos de deuda.

"Las necesidades de financiamiento en 2019 totalizan aproximadamente el 13,2% del PIB, incluido el 7,9% del PIB para la financiación del déficit presupuestario y el 5,3% del PIB en pagos de deuda", dice el comunicado.

Asimismo, Fitch calificó de "mediocre" la respuesta de los inversionistas locales a las propuestas de canje de deuda realizadas por el Ministerio de Hacienda, pues en octubre se canjearon solo 319 mil millones de colones en deuda con vencimiento en los años 2019-2020.

"El canje de deuda solo tuvo una participación del 16%, por debajo del umbral del 25% que los funcionarios estaban apuntando inicialmente. Solo pudieron canjear deuda con vencimiento en 2019 y 2020, en consecuencia, no ofrece ningún alivio de flujo de efectivo de fin de año", dijo la calificadora.

La agencia señaló que espera que la Asamblea Legislativa apruebe el plan fiscal en segundo debate, aunque reconoce que está a la espera de la resolución de la Sala Constitucional, que podría definir si se requiere la "supermayoría" de 38 votos para ser aprobada, o si ocurrió algún error de procedimiento.

Fitch espera la aprobación de la reforma fiscal antes de fin de año. Sin embargo, es probable que la reforma contribuya con una parte relativamente pequeña del ajuste fiscal que se necesitaría para estabilizar el aumento de la deuda pública.

La calificadora de riesgo señaló, además, que ve un riesgo de fatiga política luego de la reforma fiscal, lo que podría complicar el futuro plan del Gobierno para cumplir con los límites de gasto.

Fitch proyecta que el déficit del Gobierno Central alcanzará el 7,3% del PIB en 2018 y el 7,9% en 2019, mientras que la carga de la deuda alcanzará el 55% del PIB este año, más del doble de la última década.