La justificación expresada por la ministra Camacho, para recomendar una exoneración que beneficia a poseedores de grandes riquezas, no se sostiene. Y todo indica unas vergonzosas razones de fondo: sacar de juego a Tesoro Directo para beneficiar a la Bolsa Nacional de Valores (BNV) y beneficiar a los propietarios de títulos valores tranzados en bolsa (acciones de FIFCO incluidas).

La justificación indicada por la ministra Camacho (y repetida hoy por el ministro de la Presidencia en conferencia de prensa), para recomendar exonerar del impuesto sobre ganancias de capital las ganancias producto de operaciones en bolsa fue que: “dado que el 92% de las transacciones realizadas en la Bolsa de Valores corresponde a bonos del gobierno para financiar sus gastos, señalé que para mantener la mayor liquidez posible y el atractivo de los títulos del gobierno era importante mantener exoneradas solo las ganancias de capital de las operaciones ejecutadas en una bolsa regulada”.

La primera, y evidente, carencia de esa justificación es que la exoneración recomendada por Camacho fue para las ganancias producto de TODAS las operaciones de títulos en bolsa. No solo las correspondientes a bonos de Gobierno.

Así, la recomendación de Edna Camacho beneficiaría directamente a los poseedores de acciones de empresas que participan en la Bolsa. Como, por ejemplo, FIFCO, empresa de la que Edna Camacho es directiva. Las transacciones de acciones de FIFCO representaron, en 2017, el 90% del monto total transado en el mercado secundario de acciones de la BNV.

La segunda carencia de argumento de la ministra es que una alta proporción de los recursos que capta Gobierno Central ya no se obtienen por medio de la Bolsa. Porque desde 2016 se utiliza también el servicio Tesoro Directo.

Tesoro Directo es un sistema en línea que posibilita que el Ministerio de Hacienda capte recursos directamente de los inversionistas, sin pasar por la Bolsa, a través del Sistema Nacional de Pagos Electrónicos (Sinpe). Este sistema se ha implementado desde 2016, y “le permite al Gobierno ahorrar recursos operativos y financieros), ampliar la cartera de inversionistas y diversificar el fondeo. Entre tanto, los inversionistas ven un ahorro en los costos de intermediación” .

Para el 2016, el aproximadamente el 30% de lo colocado por Gobierno Central NO se hizo mediante la Bolsa. Se hizo mediante Tesoro Directo.

Llamativamente, quién se opuso a la entrada en funcionamiento de Tesoro Directo fue la BNV.

Jorge Guardia, en 2016, describió con precisión las razones de esa oposición de la BNV, que encubrían de supuesto interés por la transparencia del mercado. Indicó Guardia en aquel momento: “Ya se revelaron las verdaderas razones por las que allegados a la Bolsa de Valores reaccionaron tan cáusticamente al advenimiento de Tesoro Directo: se les cayó el negocio.” “Ya me extrañaba a mí el supuesto “interés público” que tanto pregonaban. La verdad, a la Bolsa le duele la bolsa. Y aunque en porcentajes las comisiones son bajas, el volumen transado es tan alto ($54.076,2 millones en el 2015) que cada pellizquito cuenta. Bien dice el refrán: ¡A pellizcos se mata un burro!”.

Cerraba ese artículo el Sr. Guardia previendo que Tesoro Directo terminaría ganando la batalla a las presiones en contra de la BNV. Ha tenido razón el Sr. Guardia. Hasta hoy.

Hasta hoy. Porque la medida que recomendó Edna Camacho provocaría el fin de Tesoro Directo. Porque al exonerar solo los bonos transados en bolsa (en la única bolsa, es decir en la BNV, sociedad privada de la que es Tesorero su esposo), estos bonos generarían necesariamente ganancias mayores a los colocados mediante Tesoro Directo (que si estarían gravados con impuesto sobre ganancias de capital). Así, la exoneración impulsada por la Ministra Camacho implicaría sacar a Tesoro Directo del juego. Para que todas las colocaciones de bonos de Gobierno pasen por la BNV y de nuevo los allegados a la BNV puedan cobrar sus jugosas comisiones.

Así, la recomendación de Edna Camacho, por un lado beneficia directamente a personas poseedoras de altísimas riquezas, inversionistas de grandes empresas, incluyendo una a la que ella misma está vinculada como directiva. Por otro lado, la recomendación de Edna Camacho beneficia directamente a la BNV (de la que su esposo es tesorero, y que es una empresa gestada por Aldesa, empresa presidida por su esposo), porque generaría un beneficioso trato desigual que provocaría que Gobierno deje de usar Tesoro Directo y realice todas sus colocaciones mediante la BNV (ganando así, la BNV y sus allegados, con las comisiones que recibe por esas transacciones).

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