La desigualdad digital provoca "tsunamis de dopamina". Hoy, las redes sociales cumplen una función comparativa que permite a los usuarios contrastar sus niveles de bienestar, abundancia emocional y material con aquellos que poseen más. Sin embargo, esta es una visión sesgada: casi nadie se anuncia en redes sociales mostrando sus carencias o sus dudas.
Aunque haya crecido el ingreso nominal, el poder adquisitivo ha decrecido debido al costo de la vida. Por tanto, es falso afirmar que hoy podemos consumir más que antes de manera sostenible; endeudarse para consumir equivale a tirar el dinero por el desagüe.
Bajo un marco democrático y un Estado de derecho robusto, todas las personas deberían encontrarse en igualdad de derechos y oportunidades. Con estas condiciones se creó en Costa Rica la Constitución Política de 1949, cuyas normas programáticas aspiran a brindar el mayor bienestar posible a la mayoría. Aunque no podemos afirmar que esta utopía se haya logrado plenamente, sí es innegable que el crecimiento del país en desarrollo humano, educación y oportunidades laborales ha tenido un impacto significativo en la mayoría de los hogares.
La desmilitarización y la seguridad ciudadana garantizaron a varias generaciones de costarricenses condiciones óptimas para el crecimiento socioeconómico. Lamentablemente, tras tantos años de vivir desmilitarizados, hemos perdido de vista el costo de un conflicto armado. Hoy percibimos el costo social y económico de la inseguridad ciudadana, el cual afecta industrias boyantes como el turismo y deteriora la percepción de paz. Ese miedo desnivela la cancha y pone el poder político en bandeja de plata a quienes se alimentan del temor ciudadano.
Costa Rica posee indicadores de bienestar, calidad de vida y longevidad equivalentes a los de una "zona azul", como la famosa comunidad de Nicoya. Sin embargo, existe una contradicción: el mayor bienestar socioeconómico, concentrado en la Gran Área Metropolitana, está correlacionado con una menor calidad de vida debido a la contaminación del aire, la congestión vial y la inseguridad.
Asimismo, enfrentamos una paradoja nutricional. Cuando este país era pobre, pocas personas padecían desnutrición; hoy, siendo una nación de ingreso alto, muchos sufren un pésimo balance nutricional. Es lamentable que el aumento en el poder adquisitivo haya conducido a una peor alimentación, en lugar de aspirar a la mejor nutrición que el dinero puede pagar.
Si el capitalismo que florece en la libertad democrática no funciona para todos, el socialismo surgirá como una alternativa, aunque implique menos libertad y menor capacidad de generación de riqueza. De ahí lo preocupante de la conjunción entre socialismo y populismo. Bien sabemos que el populismo —sea de izquierda o de derecha— termina siendo un engaño colectivo del que cuesta décadas recuperarse; basta con preguntar a cualquier cubano.
El ascensor socioeconómico del siglo XX fue la educación tradicional; el del siglo XXI podría ser la educación asistida con inteligencia artificial (IA). Debemos considerar que la educación tal como la conocimos no volverá jamás. Esto no significa destrucción, sino evolución: la digitalización puede ser el vehículo para nuestra aspiración de ser más humanos.
El desarrollo del talento debe incluir bioalfabetización, competencias interculturales y tutorías humanas para apalancar a la IA como un tutor digital de bolsillo. Hace 45 años, aprender inglés era crítico; hace 20 años, lo era la programación. Hoy, esas prioridades han cambiado. Lo vital ahora es desarrollar capacidades que nos sensibilicen, nos orienten a imitar y conservar la naturaleza, y nos permitan comunicarnos efectivamente entre culturas. La paz no ha pasado de moda como valor primordial.
Para avanzar, debemos diseñar políticas públicas de desarrollo que impacten prioritariamente a la mitad más vulnerable de cada público meta. De esta forma, avanza más rápido quien más lo necesita, pero también avanza quien tiene privilegios, pues se reducen de manera equiparada los costos de transacción y las barreras al desarrollo general.
Escuche el episodio 293 de Diálogos con Álvaro Cedeño titulado “Vacuna contra la inequidad”.
Suscríbase y síganos en nuestro canal de YouTube, en LinkedIn y en nuestra página web para recibir actualizaciones y entregas adicionales.
Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.




