Privacidad clínica, alcance de medicamentos y gobernanza de datos están en disputa tras la entrada en vigor del nuevo sistema.
La prescripción de receta digital obligatoria para antibióticos y otros medicamentos antimicrobianos entró en vigor el 8 de noviembre, en cumplimiento del Decreto Ejecutivo 44714-S publicado en 2024. Desde entonces, la implementación ha generado distintas polémicas marcadas por cuestionamientos técnicos, legales y gremiales, que incluyen dudas sobre el alcance de los medicamentos incluidos, el nivel de detalle clínico requerido en cada receta, la protección de datos y el rol de plataformas privadas.
¿Qué cambió?
El reglamento exige que profesionales en medicina, odontología y enfermería obstétrica prescriban los antimicrobianos de manera digital mediante el sistema oficial, y que las farmacias los dispensen utilizando la misma plataforma.
La medida forma parte del objetivo estatal de fortalecer la vigilancia sanitaria, mejorar la trazabilidad y combatir la resistencia antimicrobiana, en línea con el Plan Nacional de Lucha contra la Resistencia a los Antimicrobianos 2018–2025.
Alcance y accesibilidad
De acuerdo con declaraciones del Colegio de Farmacéuticos al medio CRHoy este 18 de noviembre, la redacción actual del decreto incluye no solo antibióticos, sino también antiparasitarios, antifúngicos y antivirales, lo que ampliaría el número de medicamentos sujetos a receta digital.
Ante la alerta del gremio sobre el alcance del decreto, la Defensoría de los Habitantes gestionó una solicitud ante el Ministerio de Salud para conocer:
- El listado oficial de medicamentos incluidos en el sistema,
- la justificación sanitaria para su incorporación,
- un reporte sobre fallas técnicas o problemas de continuidad.
Según la institución, esas gestiones pretenden garantizar que la medida no genere barreras de acceso ni afecte la continuidad de tratamientos.
Choque con el Colegio de Médicos
Este jueves 20 de noviembre, el Ministerio de Salud afirmó que recibió una instrucción del Colegio de Médicos solicitando el uso de diagnósticos genéricos en la receta digital. La institución calificó la directriz como “grave, riesgosa y completamente inaceptable” y pidió explicaciones formales, incluyendo el acta donde fue aprobada, su justificación técnica y la base legal para contradecir el decreto vigente.
La precisión diagnóstica no es negociable”.
El Colegio, por su lado, negó estar en contra de la digitalización y reencuadró la discusión como una defensa del secreto profesional. La organización sostiene que el diagnóstico detallado pertenece al ámbito clínico entre médico y paciente, y que no debe ser accesible a terceros mediante plataformas administrativas.
La relación médico-paciente exige garantías estrictas de confidencialidad”.
En la versión actual del sistema, el diagnóstico forma parte de la receta porque se utiliza para validar la pertinencia terapéutica, trazabilidad y farmacovigilancia. El Colegio sostiene que esa finalidad no justifica su almacenamiento fuera del expediente clínico.
El ente gremial también comunicó que presentó una acción de inconstitucionalidad ante la Sala Constitucional y solicitó una medida cautelar en el Tribunal Contencioso Administrativo “con el propósito de asegurar que los datos sensibles de salud estén protegidos conforme a los más altos estándares de confidencialidad y seguridad”.
Reforma en curso
Aunque las tensiones públicas han estado centradas en privacidad, acceso y precisión diagnóstica, el marco normativo detrás de la receta digital también se encuentra en revisión. Este 17 de noviembre, el Ministerio de Salud abrió una consulta pública mediante el aviso MS-AJ-FG-2982-2025 para modificar el reglamento de implementación.
La propuesta introduce cambios a los artículos 7, 8, 11 y 23, y agrega un artículo 8 bis, con tres movimientos clave:
- delimitar el alcance terapéutico permitiendo incluir o excluir grupos de medicamentos mediante actualizaciones periódicas del Ministerio,
- habilitar receta física cuando un producto no esté incorporado al sistema digital,
- ajustar requisitos operativos para prescripción y despacho.
Estos cambios aparecen en medio de la presión gremial por el alcance del decreto —señalado por farmacéuticos como demasiado amplio— y de la disputa con el Colegio de Médicos sobre qué información clínica debe consignarse en la plataforma. En la práctica, la reforma busca acotar qué medicamentos deben pasar obligatoriamente por el sistema digital y establecer excepciones operativas para evitar bloqueos de acceso.
El proceso de reforma seguirá abierto en las próximas semanas, mientras avanzan las gestiones ante la Sala Constitucional y el Tribunal Contencioso Administrativo.




